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Ella se va, se acaba, como en sueño,
fluyendo en el azogue de sus piernas
hasta llegar al borde del abismo
para caer en él, sin darse cuenta.
Ella se va, se pierde, como un ave
que vuela más y más en línea recta
hundiéndose en el cielo hasta volverse
un punto distanciado de la tierra.
Ella se va, la apura la distancia,
a cada instante se hace menos ella,
dejándome las manos detenidas
a mitad del dolor, palmas abiertas,
y el corazón trepándome en el pecho
como una rata ahogándose en su cueva.
Cuando me tumbe y caiga bajo el suelo
y digan que viví siempre soñando,
algunos hallarán que me fui dando
canto a canto a la vida, sin recelo.No pudo más, dirán, porque su anhelo
por todas partes se iba dispersando.
Demasiados caminos fue encontrando.
Demasiadas estrellas vio en el cielo.Pero alguien ha de ver mi amor completo
al contemplar aquí la parca y fría
silueta articulada, el esqueletoque, erguido en esta tumba, todavía
deja colar entre su hueso prieto
la extinta luz que me alumbró este día.
¡Cuánto tiempo detrás del imperfecto
telescopio, atisbando, el bardo espera
para captar la forma pasajera
de la bella desnuda! Si defectodel instrumento empaña, si hay efecto
de mala o poca luz, si la barrera
de una persiana estorba, lo supera
con la imaginación de su dialecto.
Fisga el vate los altos ventanales
de otros mundos distantes, edificios,
para darte visiones, beneficios
allende tu moral y tu miopía.
Venus nace en Santurce y la poesía,
a veces, de los vicios más banales.
No sé por qué me empeño en tu presencia
ni por qué me entristece recordarte,
si más de lo que amé no puedo amarte,
si aún te siento viva en mi conciencia.
Sólo consigo exacerbar tu ausencia,
y el deseo de verte y escucharte,
aguardarte, abrazarte, acompañarte...
y agotar mi salud y mi paciencia.
Resurge la orfandad apabullante
como un buche de sangre que se traga
para que asuste menos al sangrante,
que al fin ha de morir con esa llaga,
no importa lo que piense, lo que haga,
ni la vida que tenga por delante.
RAZONES DE ENVERGADURA 1995A mi lado la silla está vacía,
vacío el corazón de ausencia lleno:
su ausencia palpitante, mi veneno,
veneno de mi noche y de mi día.
Cuánta felicidad, cuánta alegría
en la esperanza caben. Cuán sereno
pasaba por la vida. Cuán ajeno
este vacío entonces parecía.
Fiel amiga de duros entendidos
mi soledad bromista, al conocerla,
todo su espacio le cedió. Al perderla
los vívidos recuerdos revividos
no me dejan vivir. Y vivo a ultranza,
sin amor, sin humor, sin esperanza.
POEMAS DE LA BESTIA 1999
Este librito que legó la suerte,
más que por bien por malaventurado,
ha caído en tus manos, resignado
lector que esperas en su espejo verte.
Lée despacio. Busca conmoverte
repasando el camino más trillado.
Busca sentir de nuevo lo olvidado
que entonces te dio vida y te dio muerte.
Hoy, que no sientes nada, que caminas
por tu existencia tibia y pasajera
entregado a automáticas rutinas,
despierta, aunque al dolor. Lo que te espera
es el recuerdo de tu amor en ruinas.
Déjate devorar por su quimera.
Fruta es su corazón, amarga y huera,
por una costra dulce abrillantado,
armadura vidriosa que agujera
el memorioso diente del pasado.
Es la rata de viejos desconsuelos
que en soledad su prole multiplica.
Le tiende en vela su razón señuelos
que dormido su sueño descomplica.
Mientras tanto, más triste que contento,
deambula por la vida con las manos
en los bolsillos de su sentimiento,
creyendo que sus juegos cotidianos
con las palabras que aprendió de niño
recompensan la falta de cariño.
ABRAZOS PARTIDOS Y OTROS POEMAS 2003
En sus ojos apenas ilumina
el sol que todos vemos. En su mente
hay neblinas que borran lo reciente,
y dejó de ejercer la medicina.
Su paso ya no es firme. Su rutina
está disminuida. Es más silente
la marcha de sus días. A la gente
no escucha bien, ni al pájaro que trina.
¿Qué escuchará su corazón en esa
silenciosa quietud de su penumbra?
¿Qué luz sus pensamientos hoy alumbra?
¿Aguarda todavía una sorpresa
que no sea la muerte presentida?
¿Adónde, entonces, dirigir la vida?
MIENTRAS TANTO 2012Deambulo por calles descosidas
entre muertos que van pero no vienen,
reconociendo rostros que retienen
destellos de otros tiempos y otras vidas.
Junto a ciegos sonámbulos suicidas
que gambetean pero no entretienen
doy pasos suaves para que no suenen
por anchas y encharcadas avenidas.
Veteado muaré levanta vuelo,
–triángulo de tordo terciopelo–
una noctuela oculta en su reposo.
Cesa la lluvia, se dibuja el oso,
filo de cimitarra rasga el velo
y en otro suelo estoy, en otro cielo.
(INÉDITO)
The setting sun behind a stand of elm
in late November is a sobering sight,
and doesn’t need a flock in raucous flight
of blackbirds, night in tow, to overwhelm.
The blazing sun is blinding, but not warm,
and blares its fiery fanfare without sound.
It doesn’t need those cawing westward-bound
blackbirds towing the night to outperform.
There’s intimation here of death and hell
where the condemned atone in monotones.
I feel it in the dryness of my bones
still camouflaged by flesh I once knew well.
Breeder of blackbirds, listen to their cries.
Tomorrow they’ll be back to peck your eyes.
Urgente amor que maltratados dejas
a inquietos corazones clandestinos.
Vas dejando tu sangre en los caminos
que la vida te impone como rejas.
Amor urgente que jamás te quejas
por no avivar rescoldos asesinos,
porque sabes que en todos los destinos
tuyo hay uno sin sol ni candilejas.
Vives por no morir pero no vives,
pues de ti está mi dicha separada
y sin ella lo poco que recibes
no compensa la pena que padeces.
Y no puedo olvidarte porque creces,
urgente amor, aunque trocado en nada.
El soneto es una composición poética de estructura fija compuesta por catorce versos endecasílabos (versos de once sílabas cada uno) sujetos a una división en cuatro estrofas (dos cuartetos seguidos de dos tercetos), a una estructura rítmica y a un patrón de rima determinados. Se ha dicho que con el soneto nacen el pensamiento moderno y la literatura moderna porque tiene el propósito introspectivo de explorar la conciencia y los conflictos internos del poeta. Es la primera forma poética destinada a leerse en silencio, sin declamarse ni musicalizarse.
ORÍGENES Y DESARROLLO
El soneto fue creado a comienzos del Siglo XIII en Sicilia por Giacomo da Lentini (¿1210-1260?) ya con sus dos cuartetos y dos tercetos. De Sicilia pasó a Italia central donde fue cultivado por los poetas del dolce stil nuovo: Guido Guinizzelli (1240-1276), Guido Cavalcanti (1259-1300) y Cino da Pistoia (1270-1336), entre otros. En el Siglo XIV son muy importantes los sonetos amorosos de Dante Alighieri (1265-1321) dedicados a su amada Beatrice Portinari y recogidos en su libro Vita Nuova. Pero el sonetista más influente de esa centuria es Francesco Petrarca (1304-1374), en cuyo Canzioniere el soneto se revela como la estructura más adecuada para expresar el sentimiento amoroso. Por influencia de Petrarca, el soneto se extiende al resto de las literaturas europeas.
El primer intento documentado de adaptar el soneto a la lengua española es obra de Iñigo López de Mendoza, el Marqués de Santillana (1398-1458), con sus cuarenta y dos sonetos hechos al itálico modo. Juan Boscán (1492-1542), conocedor de las formas poéticas italianas, animó a sus amigos Garcilaso de la Vega y Diego Hurtado de Mendoza a escribir sonetos. El soneto español no ha variado su estructura que continúa siendo la creada por da Lentini y consagrada por Garcilaso de la Vega (1501-1536). No obstante, sus temas son muy variados, desde el amoroso al satírico, pasando por los morales y metafísicosCONTENIDO
Aunque la distribución del contenido del soneto no es exacta, la tradición favorece el siguiente patrón: El primer cuarteto presenta el tema del soneto y el segundo cuarteto lo amplifica o lo desarrolla. El primer terceto reflexiona sobre la idea central, o expresa algún sentimiento vinculado con el tema de los cuartetos. El terceto final, el más emotivo, remata con una reflexión o con un sentimiento, en ambos casos, desatados por los versos anteriores.
De esta manera, el soneto presenta una introducción, un desarrollo y, en el último terceto, una conclusión que de algún modo da sentido a todo el poema.
RIMA
La rima es uno de muchos recursos poéticos y no es el más importante. La poesía no tiene necesariamente que rimar, sin embargo, en el soneto la rima es requisito.
HAY DOS TIPOS: LA CONSONANTE Y LA ASONANTE.
En la rima consonante (también llamada perfecta) hay coincidencia de vocales y de consonantes a partir de la última vocal acentuada (tónica). EJEMPLOS: silla y milla; desierto y muerto; España y hazaña; tónica y sinfónica; coral y penal; etc.
En la rima asonante (también llamada imperfecta) sólo coinciden las vocales a partir de la última vocal acentuada (tónica). EJEMPLOS: escama y pala; hierro y dejo; misa y recita; losa y remota; estábamos y rábano; etc.
En el soneto clásico la rima es consonante (perfecta) siempre. En los cuartetos, la rima sigue un orden preestablecido: siempre riman el primero y cuarto verso, y el segundo y tercer verso así: ABBA-ABBA. En los tercetos la rima es variable. Combinaciones usuales son: CDC-CDC; CDC-DCD; CDE-CDE; CDE-DCE; CDD-CEE.
Cualquier combinación en los tercetos es válida siempre que no se deje un verso sin rimar.
ESTRUCTURA
XXXXXXXXXXX A A A A XXXXXXXXXXX B B B B XXXXXXXXXXX B B B B XXXXXXXXXXX A A A A XXXXXXXXXXX A A A A XXXXXXXXXXX B B B B XXXXXXXXXXX B B B B XXXXXXXXXXX A A A A XXXXXXXXXXX C C C C XXXXXXXXXXX D D D E XXXXXXXXXXX E C D D XXXXXXXXXXX C D C D XXXXXXXXXXX D C E E XXXXXXXXXXX E D E C * La combinación de rimas en los tercetos varía. Las que se muestran son usuales.
RITMO O ACENTO DEL VERSO
El patrón rítmico del verso endecasílabo clásico se determina por los acentos rítmicos del verso. Estos acentos caen, principalmente, en la cuarta y octava sílabas del verso, o en la sexta sílaba del verso. En el llamado endecasílabo de gaita gallega, poco usado, los acentos caen en la primera, cuarta y séptima sílabas. La sílaba acentuada (tónica) de las palabras importantes del verso debe coincidir con los acentos rítmicos del verso.
A menudo, el acento en las palabras importantes determina el patrón rítmico del verso.
ACENTOS USUALES DEL ENDECASÍLABO
En las sílabas 4ta, 8va y 10ma: XXXXXXXXXXX
En las sílabas 6ta y 10ma: XXXXXXXXXXX
En las sílabas 2da, 6ta y 10ma: XXXXXXXXXXX
En las sílabas 4ta y 10ma: XXXXXXXXXXX*
En las sílabas 1era, 4tan 7ma y 10ma: XXXXXXXXXXX**
EL SONETO INGLÉS O ISABELINO
Se llama así por haberse originado durante el reinado de Isabel I de Inglaterra. Aunque también tiene catorce (14) versos, se distingue del soneto clásico porque se compone de tres (3) cuartetos (serventesios) y un pareado (estrofa de dos versos que riman entre sí). Un serventesio es un cuarteto donde rima el primer verso con el tercero y el segundo con el cuarto. El patrón de rima del soneto inglés es el siguiente: ABAB-CDCD-EFEF-GG.
El verso inglés no se mide en sílabas sino en pies, que son diversos grupos de sílabas largas (acentuadas) y cortas (no acentuadas). Este concepto viene de la poesía grecolatina de la antigüedad clásica.
Los "pies" pueden ser: yambos, trocaicos, dactílicos, espondaicos o anapésticos, según sus ritmos diferentes.
El introductor del soneto en Inglaterra fue Thomas Wyatt (1503-1542), traductor de Petrarca y autor de unos treinta sonetos propios. Henry Howard, conde de Surrey, inició la transformación de la estructura tradicional del soneto, heredada de Petrarca, preparando la aparición del soneto inglés, cuyo primer representante importante es William Shakespeare (1564-1616). El verso más usado en sus obras de teatro es el pentámetro yámbico (que consta de 5 yambos) y es también el de sus sonetos.
SONETOS (2ª edición revisada) y FIFTY-ODD POEMS
Presentación de Mercedes López-Baralt
that moves the leaves and branches
I'd be a lesser god and would not marvel
Merodea un poema, lo presiento.
Me inquieta el corazón, tienta el oído:
arpegio trunco, acorde indefinido...
insinuaciones del rumor del viento...
Necesito quietud, apartamiento,
deambular desnudo hacia el olvido,
sordo, ciego, inatento a lo vivido,
expuesto el hueso del entendimiento.
Pero es la misma pena que disfraza
su mismidad con vívidos matices
para engañarme. Pero al fin fracasa
porque sin el disfraz y en tonos grises,
A mi lado la silla está vacía,
vacío el corazón de ausencia lleno:
su ausencia palpitante, mi veneno,
veneno de mi noche y de mi día.
Cuánta felicidad, cuánta alegría
en la esperanza caben. Cuán sereno
pasaba por la vida. Cuán ajeno
Fiel amiga de duros entendidos
mi soledad bromista, al conocerla,
todo su espacio le cedió. Al perderla
los vívidos recuerdos revividos
En segundo lugar, "Plaisir d'amour", sobre el desamor:
Si aún llega su belleza y su dulzura
desde el pasado hasta mi pensamiento,
si aún evoco su olor, su movimiento,
y de su voz la clara tesitura...
Si a pesar de la vida, de la cura
que el tiempo presupone aún la siento,
y el corazón transita, tiento a tiento,
ciego de ausencia, sordo de amargura...
¿Valdrá la euforia del amor la inmensa
pena de amor cuando el amor termina
y ese otro amor, el desamor, comienza?
Todo está dicho en este libro, todo,
pero de nade vale, si aún no cesa
de amarla y desearla, si interesa
encontrarle a sus vidas acomodo.
Vivo está su retrato en un recodo
de su mente y, no obstante la tristeza
de años que no la abraza ni la besa,
su corazón la aguarda de igual modo.
No empece el prolongado sufrimiento,
las cenas solitarias, la ancha cama,
su corazón, alegre, la reclama
inexplicablemente, fatalmente,
con el abrumador presentimiento
Reseña de: Sonetos (2da edición)
San Juan: Libros AC, 2017
LA CONTINUIDAD DEL SONETO
Por: Carmen Dolores Hernández
Que un poeta se imponga, hoy, la disciplina del soneto dice mucho de su compromiso con la poesía y de su conocimiento de la tradición que sostiene y encauza su oficio. Que los escriba con pericia, proyectando en ellos reflexiones inusitadas y emociones destiladas, revelando -en finales contundentes- aspectos insospechados de ellas es ya una hazaña extraordinaria.
Hjalmar Flax escribió sonetos desde sus inicios como poeta, consignados en el libro “44 poemas” (1969). Aparecen en su obra hasta su reciente, “Penultimatum” (2015). De factura impecable desde el principio, actúan como un hiato entre poemas cuyo filo agudo corta, mordaz, la sensibilidad. No es que sus sonetos carezcan de aristas punzantes; la diferencia está en que en ellos la ironía es un estilete (pluma y puñal) que entra despaciosamente, elegantemente, en la consciencia, aplazando su efecto hasta la estocada final y contundente. “A dos voces”, un poema de “Contraocaso” (2007) empieza así: “Quiero brindar en calidad de escombro/ por aquellos que fueron mi tormento./ No queda una que no sea esperpento./ Conste, por eso, mi sentido asombro...”. (Dejamos el final a la curiosidad del lector.)
Nada nuevo, en vista de que las grandes plumas del Siglo de Oro escribieron sonetos satíricos como este de Quevedo, de evidente doble sentido: “A las bodas que hicieron Diego y Juana/ dio de su cuerno flores Amaltea,/ tocaron la corneta del aldea/ y una cuerna almorzaron valenciana”.
Los sonetos de Hjalmar Flax tienen una filiación clásica. ¿Cómo no pensar en Garcilaso ante uno como “Plaisir d’Amour”, de “Abrazos partidos” (2003), que empieza: “Si aún llega su belleza y su dulzura/ desde el pasado hasta mi pensamiento,/ si aún evoco su olor, su movimiento/ y de su voz la clara tesitura.../” y termina: “¿Valdrá la euforia del amor la inmensa/ pena de amor cuando el amor termina/ y ese otro amor, el desamor, comienza?// Responderé mañana, que hoy preciso/ volver a recordar el paraíso/ perdido en el desierto de su ruina”?
Con el tiempo se apodera de ellos una creciente melancolía. La vejez, la pérdida del amor, la soledad, las miserias del cuerpo entran en la temática. El amor, en particular, deja de ser juego agradable para convertirse en añoranza a partir de “Poemas de la bestia” (1999): “A mi lado la silla está vacía,/ vacío el corazón de ausencia lleno:/ su ausencia palpitante, mi veneno,/ veneno de mi noche y de mi día...”. La muerte aparece con frecuencia creciente: “Cuando no sirva ya en salud la cura/ y falten los remedios efectivos/ para permanecer entre los vivos,/ ver otro amanecer, cuando la dura// realidad el fin de mi aventura/ anuncie sin adverbios ni adjetivos...”, reza un poema inédito.
La poesía misma es tema constante. Su práctica es un malabar que salva precipicios; el poeta es “cansado maromero temerario”; su oficio sirve “para engañar las penas y el letargo...”. Y si bien Lope obedece a Violante escribiendo el famoso soneto (“Un soneto me manda hacer Violante/ que en mi vida me he visto en tanto aprieto...”), Hjalmar desobedece a un conocido estudioso de la literatura: “ ‘Sonetos en el siglo veintiuno’/ me aconseja no hacer Aullón de Haro./ Piensa que he de pagar precio muy caro/ a los dueños del mambo. ‘Más de uno/ resulta reprehensible, inoportuno...’.”
El tono zumbón es constante. Sus sonetos incluyen prosaísmos (“Bella joven, los pelos del sobaco/ le imparten un acento extra ordinario,/ dicho sea con garbo literario./ brazos de ninfa, axilas de cosaco.”); dobles sentidos; coloquialismos, paradojas y alguna grosería. Nada es sagrado: Flax remeda (con dolor) al célebre Manuel del Palacio en sus denuestos de la Isla; arremete también contra la necedad oficial.
Ejemplo de su visión a la vez clásica y contemporánea, tradicional e innovadora en cuanto a la visión y la construcción temática, es “Mar Caribe”, de “Contraocaso” (2007): “Sobre la playa estoy, con la mirada/ rozando el horizonte, ala serena./ Mar y cielo. No hay monte, nube, pena/ que interrumpa la raya equilibrada./ En tal estado el alma, despertada,/ de dios y el infinito siento plena./ Siento abolida la mortal condena,/ y la ilusión del todo, mera nada./ Entonces cruza, ¡gloria del Caribe!/ morena por el sol, tan imperiosa/ que ahogando el corazón lo desinhibe,/ y acompasa, cachondo, el mar las olas/al vaivén de las nalgas, y amorosa/ se duerme el alma entre las caracolas”.
Carmen Dolores Hernández
San Juan, Puerto Rico
2 de julio de 2017