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Edición, diseño y publicación por el autor, San Juan, Puerto Rico, 2022. Impreso por BiblioGráficas, Hato Rey, Puerto Rico. Dibujo en la portada: Uca Gelassimus Vocans por Félix Édouard Guérin-Meneille (1829). |
Selección de
QUIEN SABE
ODA AL CANGREJO VIOLINISTA
Artrópodo, Crustáceo, común Malacostraco,
Decápodo, Braquiuro, Ocipódido: el Uca,
morador intranquilo de un mundo movedizo
donde sólo la cueva que cava a cada instante
le da sentido y ancla a su intranquilidad...
Angustiado cangrejo se refugia en su cueva
y espía con un ojo por la entrada redonda
la sucesión de vistas del inmenso universo
que gira y le revela la vasta vacuidad...
Entonces, repentino, con su instrumento emerge
desconcertadamente, desesperadamente,
y descaradamente confronta a los demás...
¡Cómo no comprenderlo, cómo no protegerlo,
compadecer su sino, mi cofrade, mi igual!
NO JUZGUES
Con dureza no juzgues a ese joven
que hizo cosas estúpidas y crueles,
falto de compasión y entendimiento
de dónde procedía, de quién era.
Se despertaba con el sol, veía
la variedad mas no la maravilla.
Ciegos estaban sus instintos nobles.
Su corazón estaba comprimido
como una flor doblada en su capullo,
como una fruta verde. Tú eras él.
Dentro de ti dormía
ese viejo consciente que eres hoy.
VIDA PROMISCUA
(en la pandemia del 2020)
Hoy es un día más, como cualquiera
día pandémico, en casa, en claustro,
apartamento hecho apartamiento.
Ninguno sabe cuánto durará
la distancia, ni cuántos moriremos,
ni los efectos largos. Nadie sabe
cómo vamos a ser humanamente,
ni cuándo volveremos a abrazarnos,
a comer juntos, a besarnos las caras,
a apretarnos las manos, a rozarnos
en cines y teatros, en metros y autobuses.
Lo que hoy nos pasa nos parece extraño.
Quizá lo extraño sea al fin y al cabo
la vida prepandémica y promiscua,
aquella vieja vida tan humana.
CANCIÓN
Sea mi noche tinta estrellada.
Sol entre sombras sea mi día.
Sea mi lluvia perlas brillantes.
Y en el silencio de mi agonía
suenen rumores de poesía.
La vida es breve y el sueño largo.
Ya se me han muerto cien corazones.
Uno me queda recalcitrante.
Sobre el silencio de mis dolores
de poesía suenen rumores.
Rumores suenen sobre el silencio.
Oiga yo en ellos la melodía,
y en ella el verso y en él verdad.
Que su belleza brille en mi día,
brille en mi noche la oscuridad.
COFRADÍA
Cuando leas a un poeta, a una poeta,
y sientas que escribe para ti,
que te ha llegado al corazón más íntimo
y te ha tocado el alma,
has hallado a un hermano o a una hermana
que contigo estará toda la vida:
como dos soledades que se hacen compañía.
JARDÍN SOÑADO
( a Mercedes López-Baralt)
No quiero en mi jardín sino quimeras,
musarañas dormidas entre flores,
un fogoso dragón de alas ligeras
y unicornios de todos los colores,
una pequeña y cantarina fuente,
un árbol ancho albergador de brisas
que sequen los sudores de mi frente
y apacigüen las cuitas y las prisas,
varios sillones de ratán y mimbre,
un puñado de libros muy selectos,
periódicos jamás, y un suave timbre
que suene para amigos predilectos.
Así es posible soportar la herida
que sana con la muerte y es la vida.
QUIZÁ, QUIZÁ
1.
Porque siempre queremos que el amor no se acabe,
escribimos poemas y soñamos con siempre...
Y la vida lo niega... Y no le hacemos caso...
Quizá mejor así.
2.
Mejor amar sin recompensa...
Amar sin esperar amor...
Quizá mejor así.
EJERCICIO ESPIRITUAL
Antes de acostarme
cuando froto mi cara enjabonada
palpo la calavera a flor de piel.
AISLAMIENTOS
Islas que para exilios han brotado
al sol y al aire en medio de los mares,
de náufragos pobladas – todo es náufrago
lo que camina y crece en esos suelos.
Vivir en una impone el aislamiento.
El horizonte exilia sin auxilio.
Las nubes y las olas te conforman el alma,
el oído, los ojos, el olfato, el aliento.
A más que son pequeñas son más bellas,
preciosas engastadas en espuma.
Distrae su belleza, nos consuela,
y a ratos olvidamos el destierro.
Del gran mundo apartados moriremos
por nuestra innata condición de isleños.
Quizá puedan cremarnos, humo al cielo,
y las cenizas en el mar inmenso.
DOS NUEVAS APORTACIONES A SU MEDIO SIGLO DE POESÍA
Mercedes López-Baralt
20 de abril de 2023, en el ATENEO PUERTORRIQUEÑO
Presentación de Quien Sabe y The Fistwalker and Other Poems
En nada menos que 54 años ––desde 1969 hasta hoy, 2023–– Hjalmar Flax ha creado una obra monumental de poesía en sus 16 poemarios. Y me ha concedido el privilegio gozoso de comentar sus versos durante casi veinte años. En mi ensayo "Libertad bajo palabra: la poesía de Hjalmar Flax", prólogo de su Obra breve (de breve nada, porque reúne nueve libros), reconocí el eje de su obra: la orfandad, forma primaria de la soledad del hombre, que vive a la intemperie en un mundo incomprensible. Ya lo había dicho Hjalmar en su libro Confines peligrosos: "Yo nací para huérfano.../...Porque ser huérfano es un estilo, una actitud/vital, existencial: saberse solo,/irremediablemente desligado, es/tener al mundo al frente, atrás, encima,/debajo, alrededor, pero jamás/estar dentro del mundo". En el citado prólogo, también describí su condición de poeta plural, y la cito: "Sonetista, versolibrista, autor de haykús, lírico, conversacional, exquisito y procaz. Multiplicidad que se proyecta en su sorprendente, autoparódico y multifacetado sujeto lírico: huérfano, solitario, meláncólico, culto, reflexivo, rebelde, poeta, voyeur, depredador, blasfemo, sensual, misántropo, cínico, gruñón, descarado, zafio y a la vez delicadísimo". Desde luego, nadie asedia a un poeta durante tantos años sin partir de la fascinación. Y me permito el gusto de compartir con ustedes como ejemplo "mi poema estrella" de Hjalmar, que me derritió hace años y hoy me conmueve aun más. Me refiero al "Poema en San Valentín", de su libro Poemas de la bestia; lo leo:
Tu recuerdo me vive a su albedrío.
Hoy levanta ante mí mi propia imagen
feliz
cuando contigo:
es un fantasma ilusionado, alegre,
que me sale del cuerpo
y
abraza tu recuerdo, y enlazados
bailan en el espacio de la vida,
en ese espacio
hueco donde habito
desde que por razones racionales
llevé a cabo los actos
rigurosos
de cortar y arrancar
y echar a andar sin voltear el rostro,
para dejar atrás lo inconveniente.
Pero mi corazón, torpe animal,
sin comprender por qué se lo llevaban
como si
nada grave aconteciese,
se volteó en su jaula de costillas
para ver a su amor
permanecer
de pie, tras un portón,
en una calle ingrata, para siempre.
Piedra de sal no me volví, del todo.
Pero mi bruto corazón
piedra de sal se hizo
en ese instante.
Por eso es que a pesar de tantos años,
boto sal por los ojos
pruebo sal en la
boca
trago sal
cuando en atardeceres soleados,
o mañanas lluviosas, o noches estrelladas,
en el espacio hueco que es mi vida
baila un fantasma alegre, ilusionado,
con tu recuerdo vivo.
Y yo los miro.
Los sufro con paciencia.
Los perdono.
Pese a su nombre exótico, Hjalmar Flax es un puertorriqueño cabal que ha escrito siempre en español. Pero desde el 2017 quiso celebrar su origen híbrido ––es hijo de una puertoriqueña y un norteamericano–– al publicar a la vez un poemario en español y otro en inglés: Sonetos y 50 Odd poems. Con un deslumbrante dominio de ambas lenguas, sin cometer el disparate de mezclarlas. En este año de 2023 vuelve al exitoso experimento en otro par de poemarios: Quien sabe y The Fistwalker. Y hoy me honra presentarlos. Ambos son una manifestación valiente y emocionada del ajuste de cuentas de una vida que ya está en su último trecho. Como la de todos que tenemos la misma edad de Hjalmar.
El primero que voy a abordar es Quien sabe, que ostenta uno de esos títulos tan elocuentes como breves, y en este caso alude al misterio de la vida, que nunca lograremos develar. El dibujo de portada de un cangrejo es uno de los desdoblamientos más importantes del poeta, como bien lo dice en el poema que inicia el libro, "Oda al cangrejo violinista":
Artrópodo, Crustáceo, común Malacostraco
Decápodo, Braquiuro, Ocipódido: el Uca,
morador intranquilo de un mundo movedizo
donde sólo la cueva que cava a cada
instante
le da sentido y ancla su intranquilidad...
Angustiado cangrejo se refugia en su cueva
y espía conun ojo por la entrada
redonda
la sucesión de vistas del inmenso universo
que gira y le revela la vasta
vacuidad...
Entonces, repentino, con un instrumento emerge
desconcertadamente,
desesperadamente,
y descaradamente confronta a los demás...
¡Cómo no comprenderlo, cómo no protegerlo,
compadecer su sino, mi cofrade, mi
igual!
Y por cierto, Hjalmar, te cuento que no eres el único escritor que se desdobla en cangrejo, también lo hizo Dirk Bogarde en uno de los siete volúmes de su bella autobiografía, que empleaba la figura del crustáceo como una cueva de protección de un mundo cruel. Pero no es este el único desdoblamiento de Hjalmar Flax. También se desdobla en nuestro cuervo antillano, el chango. A él le dedica una oda en el libro que nos ocupa, porque quisiera volar como él y no puede.
El eje del libro “Quien sabe” es la vida. Efímera y cruel, como lo vemos en su "Elegía a la vida breve":
Todo está dicho ya.
Deambulo por mis días
encontrando poemas que ya he escrito.
Ausculto claramente
lo que la gente oculta dentro del corazón.
En sus caras descubro versos míos.
Descubro versos míos en todo lo que veo,
en todo lo que escribo,
en todo lo que siento.
La vida ya no es corta. Sólo queda
la prosa y el silencio, rememorar y adiós.
Y lo reitera en un brevísimo poema, titulado "Vivir":
Vivir es el arte
de ir perdiéndolo todo
asiéndote a la vida.
Pero el tema asume un giro original y valiente cuando el poeta, arrepentido, humildemente se reconoce como arquitecto de su vida en tres poemas extraordinarios, que leo a continuación:
NO JUZGUES
Con dureza no juzgues a ese joven
que hizo cosas estúpidas y crueles,
falto de
compasión y entendimiento
de dónde procedía, de quién era.
Se despertaba con el
sol, veía
la variedad mas no la maravilla.
Ciegos estaban sus instintos nobles.
Su corazón
estaba comprimido
como una flor doblada en su capullo,
como una fruta verde. Tú
eras él.
Dentro de ti dormía
ese viejo consciente que eres hoy.
AJUSTE DE CUENTAS
Quizá es algo que ocurre a los ochenta
cuando te acuestas en tu cama, solo,
esperando dormir pero recuerdas
el mal que perpetraste. Sientes ganas
de
pedirles perdón a unas personas
y es imposible porque ya no están.
Ya nadie puede perdonarte.
Tendrás que caminar con tu remordimiento.
Nada puedes hacer,
salvo llorar un
poco al acostarte
y perdonar a aquellos que te hirieron.
LA VASIJA
Tanto cabe en la vasija de cerámica esmaltada
amarilla por fuera y blanca por
dentro
donde serviste la crema de calabaza
la noche que invitamos a Hugo y a
Lucinda.
Han transcurrido diecinueve años.
Hugo murió. Lucinda sigue en México.
Tú estás en Texas y tienes un hogar,
un
hijo bello y un marido bueno.
El color de la crema
era igual al color de la vasija,
y eso embellecía el placer
de la cena.
Estábamos entonces casi juntos,
y esa vasija, que compraste en Marshalls,
era una de las cosas con las que fabricabas
el hogar que de muchas y
pequeñas maneras
no dejé que se diera.
Apareció en la última tablilla
donde la había guardado y olvidado.
La bajé y la
limpié para hallarle acomodo
entre otros apreciados objetos memorables
que
adornan mi guarida.
Pero al buscarle sitio
tropecé con la suma de mi vida,
y no
pude alejarme para llorar a solas.
Pero confieso orgullosa que el poeta me ha dedicado en este libro un poema precioso, que parece querer compensar el dolor de los tres que acabo de leer, pues celebra la belleza de la vida, que nos permite soñar. Se titula "Jardín soñado", y lo leo:
No quiero en mi jardín sino quimeras,
musarañas dormidas entre flores,
un fogoso
dragón de alas ligeras
y unicornios de todos los colores,
Una pequeña y cantarina fuente,
un árbol ancho albergador de brisas
que sequen
los sudores de mi frente
y apacigüen las cuitas y las prisas,
varios sillones de ratán y mimbre,
un puñado de libros muy selectos,
periódicos
jamás, y un suave timbre
que suene para amigos predilectos.
Así es posible soportar la herida
que sana con la muerte y es la vida.
No es el único poema que me ha dedicado. Hay otro que me emociona sobremanera, porque es una oda a la amistad. Me permito leerlo. Se llama "Décima florida", y es de su libro "Mientras tanto", del 2012:
Te amo con ese amor
de la amistad duradera.
Con amor de primavera
para el
invierno peor.
Amor reiterado en flor
de amapola agradecida.
Viejo amor que no
se olvida
que no necesita verte.
Y te amaré hasta mi muerte,
es decir, toda la
vida.
Ahora le toca al segundo libro, esta vez en inglés, The Fistwalker and Other Poems. Y por si algún lector se equivoca, pensando que el poeta se ha norteamericanizado, él mismo lo refuta de antemano, al regalarnos esta frase en uno de sus poemas: "I guess I'll never be a gringo". Porque es, sencillamente, un ser humano. Pero le pesa serlo, como lo dice una vieja canción de San Remo, "L'arca de Noe": "Che fatica essere uomini!". De ahí su breve poema "A certain sadness", que cito: "Again commiseration touches me/inside my little self.../What can I say or do to share/the sadness of being human?/Perhaps a poem". El poeta vuelve a desdoblarse en un animalito, esta vez un chango negro con una patita atrofiada, que aparece en la portada. ¿Y por qué? Porque lo mejor del hombre está en su animalidad. Y porque el defecto lo hace único, como el poeta, que vive en soledad. Pero la palabra fistwalker también evoca el nombre del estudio japonés diseñador de videojuegos: Mistwalker.
El sinsentido de la vida (la única razón de vivir es la poesía) y la muerte son los dos temas del poemario. Como sucede en el poemario anterior, el poeta rinde cuentas de su arrepentimiento por dejar ir al amor, como lo vemos en "Irony", y por el daño que le pudo haber hecho al prójimo, en el poema "The reckoning", una traducción del poema "Ajuste de cuentas" que figura en Quien sabe. El poema "The master of my fate" ––cuya belleza se abraza a la verdad–– es la versión inglesa de su sincero arrepentimiento vital:
Today I
seem the master of my fate.
I can list my achievements, even joys,
declare that
I have purged my heart of hate
and have never become one-of-the-boys.
I have
done the right things. I have relied
on the daily distractions. I have kept
the
company of friends. I have complied
with great success because I've hardly wept.
Yet in
my eyes well up the selfsame tears,
dams to a river that have stopped its flow
every day since for many many years
because my reason engineered it so.
And in
the by-and-by death has become
a presence in my life, a rule of thumb.
Pero la figura del padre es importantísima en The Fistwalker, convirtiendo el poemario en elegía, como lo declara en su poema "Almost an elegy", en el que confiesa que al envejecer siente la presencia del fantasma de su padre dentro de su cuerpo. Lo que lo lleva al clímax del libro. Me refiero a un poema bellísimo, en el que el amor del hijo se funde con su reproche al desamor del padre. Aquí está:
THE “HERMAN J. FLAX LIFETIME ACHIEVEMENT AWARD”
Father,
you were a great man,
self-made like all great men.
When
all who knew you personally have died,
you will become an international award
to
be remembered only by your peers,
your images on-line, perhaps as author
of a
well written, cleansed autobiography,
three
books of guarded poems,
and a great many scientific articles.
To me
you were much more, you were my father,
sometimes too much, sometimes never
enough,
mostly looming, distant, un-emphatic.
You
were busy becoming a great man.
You
tried, so late, to make friends with your son,
and then I got to love you.
It was
your last lifetime achievement.
And then we said good-bye.
Pero ya es hora de dejar en manos de los lectores estos dos hermosos libros, advirtiéndoles que se preparen, porque están ante un banquete. Dual. Y le cedo la palabra a Hjalmar, a quien le doy las gracias de todo corazón por el regalo que le ha hecho a Puerto Rico con su extraordinaria obra poética. ¡Enhorabuena siempre!