Publicado en 2012 por Mariana Editores, Cayey, Puerto Rico, 112 págs. Tiene un prólogo de Hugo Gutiérrez Vega. La foto en la portada, “Changos de Miramar”, es del fotógrafo Oris K. George. Una selección de poemas de este libro recibió el premio único en el “Certamen de Poesía 2012" del periódico El Nuevo Día.

 

 

 

 

 

 Selección de MIENTRAS TANTO 

 

TRANSFORMACIÓN 

 

Ser poeta não é uma ambição minha.

É a minha maneira de estar sozinho.

Alberto Caeiro

 

Seré mi nombre.  Seré mis poemas. 

Ya dicen: “Como dice Hjalmar Flax”

y citan mal un verso mío.

 

Pero a mí, que no soy

ni mi nombre ni mis versos,

a mí, de carne y hueso,

a este animal envejeciente

que se levanta y hace sus necesidades,

se cepilla los dientes y va al médico,

que toma medicinas y hace compras,

que camina y evita tropezar,

que almuerza en fondas,

que vive solo...

a mí no me conocen.

 

Mi nombre puede ser de otro,

y mis versos...

mis versos son la tinta de un calamar que huye.

 

 

EN EL PARQUE 

 

1.

A pocos pasos de mis pies dos tórtolas 

picotean el suelo.

Se alimentan de semillas invisibles

igual que yo.

 

2.

En la uva playa que me da sombra

un ruiseñor espanta a un chango.  Cosa rara.

Pronto regresa el chango con sus huestes:

plumajes de cuervo,

picos puntiagudos,

vocecitas ásperas,

ojitos amarillos de envidia.

Corren al ruiseñor.

Se apoderan del árbol.

Nos ojeamos con desconfianza.

 

3.

Desde el tronco, de cara al suelo,

me observa un lagartijo.

Quién sabe si anhela que yo sea un insecto

para acercarse sigilosamente

y atraparme con su pegajosa lengua larga.

Los conozco bien.

 

4.

Frente a mí la fuente es un estanque mudo

plagado de hojas muertas y larvas de mosquito.

Quizá sueñe que canta. 

Quizá recuerde alguna melodía.

Miro los grotescos surtidores:

PVC resecado a la intemperie.

Descuido y deterioro.

 

5.

La mejor compañía son los árboles.

Sé que se hablan con voces profundísimas,

mucho más profundas que las voces

de ballenas azules y elefantes de sabana.

No puedo escucharlos pero es obvio

cómo cohabitan elocuentemente.

 

6.

¡Qué incómodo este banco!

Malditos arquitectos paisajistas.

 

 

A UN JOVEN POETA 

 

Créeme: no es el amor el que va a venir,        

sino la belleza con su estola de albas muertas.

Roberto Bolaño

 

Joven poeta, te compadezco. 

Te pasarás la vida

buscando sin saber dónde buscar,

ni lo que buscas, ni lo que quieres,

dando tumbos de ciego entre sonidos

de palabras y frases concertantes

y desconcertantes.

Nunca podrás salir

de los confines de tu corazón

vedado a los demás.

¡Oh, confinado!

Por inconforme nunca te amarás,

ni a otros amarás por inconforme.

Caminarás sobre tus años

tendidos como calles de viejas ciudades.

Cuando ya sea muy tarde

y estés llegando a donde no creíste

que llegarías jamás, y estés perdido

en el hollado y desolado páramo

donde moró tu espíritu

maltrecho, te darás cuenta

de que, a pesar de todos tus poemas,

te encuentras en el punto de partida,

aún no sabes nada,

tienes  la muerte cerca,

y estás solo.

 

 

DOS VIEJOS 

 

Tin marín de dos pingüé    

cúcara mácara títere fue...

 

Ahí están, en su mesa acostumbrada, 

acompañados pero solos,

rumiando sueños y mirando fúnebres

como los bueyes de Palés.

Les pasa ajeno el mundo por delante.

Parecen revestidos de paciencia,

parecen viejos sabios,

pero son impacientes y contradictorios.

En el fondo saben que no saben nada,

sin embargo lo niegan.

Todas las certezas de su juventud

se esfumaron con la juventud.

 

Están frente a sus tazas de café

sentados al final de su futuro

que ayer imaginaban tan lejano.

Cuando hablan se quejan y critican,

pero sólo dicen

que cualquier tiempo pasado fue mejor.

 

(Y desde su vejez tienen razón).

 

Los miro y un escalofrío

me recorre la espalda cuando veo

dentro del árbol que sombrea la calle

una figura hosca, encaramada,

moviendo un dedo silenciosamente.

 

 

PRIMAVERA EN SANTURCE 

 

en El Cilantrillo

 

Trato de sonreír. A veces cuesta. 

La vida insiste con su manotazo.

Te caes. Te levantas. Das un paso,

el labio roto, la sonrisa impuesta.

 

Se hace más duro remontar la cuesta,

más penoso el peñón y hosco el ocaso,

el azar más distante y más escaso,

y piensas que ha llegado el fin de fiesta.

 

Pero hace un solecito confortante,

y una brisa sabrosa. Llegas y entras;

te dicen “Buenos días, adelante”.

 

Entre los platos de ese día encuentras

arroz con pollo, bacalao guisado...

y piensas que te quejas demasiado.

 

 

LEGISLADOR(A) PROFESIONAL 

 

La patria es linda y de algunos.

Ricardo E. Molinari

 

Persona abundante en datos 

y escasa en inspiración.

Permanecer en su escaño

es su mayor ambición.

¿Talentos? Sembrar batatas,

cosechar adulación,

reconocer semejantes

para aliarse en corrupción,

mentir, sobornar, taparse,

fingir gran indignación,

subirse el sueldo, excusarse

de vistas en comisión,

tomarse fotografías

cerquita del más mandón,

salir en los noticieros

que dan por televisión

y aparentar que lo embarga

genuina consternación,

aprovechar cualquier cosa

para dar buena impresión,

con el dinero del pueblo

extender su invitación

a los mejores mesones

y ofrecer Dom Perignon.

Si nada de eso funciona

siempre queda la extorsión,

y el artero asesinato

de cualquier reputación.

Si acaso pierde su escaño

por excesos sin pudor,

reaparece disfrazado

de bien pagado asesor

o asesora, da lo mismo

ser ladrona que ladrón.

Su “expertise”: hallar el guiso,

encontrar el basilón,

facturar por no hacer nada

como si hiciera un montón.

Habla mucho, dice poco,

y jamás un sí ni un no.

Fantoche de siete culos,

su esmerada vocación

es asentar posaderas

en un mullido sillón,

y no hay fuerza que incomode

su cómoda posición,

ni vergüenza que estimule

la mínima introspección.

Parásito, lastre, escoria,

criatura de nuestro dios.

 

 

        CENIZA AZUL Y DESTELLO 

 

Tengo hambre, pero siempre tengo hambre. 

Quise comerme el mundo y ni pude

comerme una pequeña islita en el Caribe.

 

Dudo demasiado y el cielo sigue cielo

en su profundo vértigo atrayente,

bellamente lejano y azul, azul, azul,

 

y nunca, nunca, nunca el mar lo alcanzará.

Tengo la cabeza llena de boleros machistas

y el corazón ahíto de mujeres ausentes.

 

En un lugar del mundo que se repite tanto

muere un niño de hambre en los brazos famélicos

de su madre vacía de leche y de esperanza.

 

La tierra está maldita y yo la observo.

El mundo está perdido en el mar del espacio.

Yo lo observo girando, yo lo observo girando.

 

Cada día es el mismo cada día es el mismo

cada día es el mismo cada día es el mismo

cada día es el mismo cada día es el mismo.

 

Es el mismo es el mismo. Cada día desde el lecho,

donde noche tras noche caigo como en la fosa,

me yergo como Lázaro. Yo mismo me lo digo:

 

levántate, carajo, y anda. Ando entre mis rutinas

y a mis ruinas regreso. Voy a mis soledades; de ellas vengo

empedernido autómata, antropoide blandengue

 

que piensa y no le bastan sus bastos pensamientos.

Se me escapa el sentido. Ya no recuerdo nada

tan bello y tan profundo como el azul del cielo.

 

Y me acuerdo de ti que eres la vida.

 

 

CONTINUIDADES EN SAN JUAN

 

para Nemesio Vargas y Marcos Irizarry

 

Hoy he despertado pasajero 

con esta sensación que llega hasta el origen,

y sé por qué Vaughan Williams,

muerto en el siglo XX,

compuso sobre un tema de Thomas Tallis,

muerto en el siglo XVI.

 

Ahora me acuesto, solemnemente,

con esa saludable sensación.

Y siento menos pena por la falta

de mis amigos muertos.

Hoy amo más porque me importa menos,

por haber caminado calles centenarias

sintiéndome infinitamente mortal.

 

 

TRUE LOVE

 

Perdida ya la cuenta de los años 

se preguntó:

           ¿Cuál fue la verdadera? 

 

¿Y si no fue ninguna?

¿Si ha pasado la vida enamorado

de reflejos en rostros pasajeros,

de regazo en regazo

en busca de su olor y su calor?

 

Se le ocurrió que no la encontraría

o que quizá fue alguna que partió,

y se sentó a escribir este poema.

 

 

DESMERECIMIENTOS

 

Nunca nos merecimos las mujeres 

que tanto nos amaron

ni comprendemos por qué así fue.

Sólo sabemos con certeza

las coincidencias de los cuerpos.

El resto adivinamos, construimos

de convencionalismos y elucubraciones.

 

Hoy, desde la soledad de incomprensión

donde nos abrazábamos,

nos damos cuenta de que ellas

tampoco nos merecieron.

 

 

ESTUVE AHÍ

 

Todo lo recuerdo cuando voy al cine, 

cuando leo poemas, cuentos y novelas,

cuando camino por las calles de ciudades

y veo parejas de enamorados

enlazadas las manos o besándose.

 

“Estuve ahí”, me digo. 

Se me ocurre que he sido afortunado,

que mi vida ha sido larga,

interesante y llena de aventuras.

 

Por eso no me explico por qué hoy

se me hace tan difícil precisar

hechos y circunstancias que demuestren

dónde, cuándo y cómo “estuve ahí”.

 

Quizá lo que recuerdo son engaños

y no era el amor sino la vanidad

lo que ocupó mi corazón por tantos años.

 

Quizá no fui agraciado, sino desgraciado,

un vulgar y pequeño y ciego desgraciado,

salamandra de cueva subterránea...

 

Quizá nunca “estuve ahí”.

Quizá por eso se me hace imposible

evocar los momentos,

precisar los detalles,

redescubrir los sentimientos

que me demuestren que amé.

 

 

CI GÎT MONSIEUR... 

 

Me moriré sobre esta misma cama 

donde duermo hace más de medio siglo,

en este apartamiento donde paso

gran parte de las horas de mis días

rodeado de libros y silencio. 

 

Me moriré en San Juan, en esta sórdida 

ciudadela ruidosa y aburrida,

vulgar y sin futuro,

donde sólo al alba o al crepúsculo

desde algunos lugares se percibe

algo fugaz que evoca la belleza.

 

Sobre esta misma cama moriré.

Me acostaré a dormir o a descansar

de algún cansancio extraño.

Será caer en un vacío enorme

hacia una oscuridad y un silencio absolutos.

Y el misterio que unía las moléculas

que formaban mi ser único y vivo

misteriosamente desaparecerá.

 

Sobre esta misma cama donde tanto

he dormido, soñado, fornicado,

leído, escrito, estado enfermo,

visto televisión y visto amanecer,

contemplado la luna en todas sus etapas,

y las aspas del ventilador

girando en el techo como una ruleta.

 

Sobre esta misma cama donde ahora

escribo mi epitafio.

 

 

POETA AL BORDE 

 

... To die, to sleep; To sleep, perchance to dream:

Ay, there’s the rub ...

Shakespeare

 

Se acuesta, piensa leer. Y, sin embargo, 

porque sabe que no hay nada

mejor que hacer poemas,

impulsivamente

toma la libreta y el bolígrafo

siempre visibles

sobre su mesa de noche.

 

En el breve tiempo que dura

tomar libreta y empuñar bolígrafo

ha decidido escribir

sobre no tener nada que decir.

 

Se da cuenta

de que lo absurdo de su postura

no es lo trágico, es lo ridículo.

 

Y el silencio donde transcurre esta farsa

desplaza todo el aire de su cuarto.

 

Entonces le da sueño, mucho sueño...

¿Acaso no era ése su propósito?

¿No ha sido su propósito dormir,

dormir, quizás soñar, desde hace tiempo?

 

 

VIENDO “ORFEU NEGRO” 

 

Casi muchas veces creyó haberla olvidado,  

o al menos reducido a un pequeño recuerdo

que brota con un poco de nostalgia

y una sonrisa amarga y pasajera.

 

Ahora, sin embargo, mira la tele y llora

inconteniblemente, sin bien saber por qué.

Siente su corazón colgado entre su aliento

como un enorme albatros malherido.

 

Presiente que está herido de muerte y no se muere.

Y recuerda que él mismo disparó la saeta.

 

Entonces le parece que su albatros

lo transporta colgado pesadumbrosamente

sobre el blanco plumaje ensangrentado

por la senda bordeada de flores silvestres,
      el mar y el precipicio.

 

Y surge la pregunta: ¿Adónde ahora

y mañana y pasado mañana los consuelos

del amor, la belleza y la literatura? 

 

 

DÉCIMA FLORIDA

 

a Merce López-Baralt

 

Te amo con ese amor 

de la amistad duradera.

Con amor de primavera

para el invierno peor.

Amor reiterado en flor

de amapola agradecida.

Viejo amor que no se olvida

que no necesita verte.

Y te amaré hasta mi muerte,

es decir, toda la vida.

  

 

        INSPIRACIÓN

 

Como un dolor agudo la belleza

traspasará tu corazón descalabrado.

Trascurrirá el instante.

Regresarás hasta la indiferencia.

Recordarás, si acaso,

lo que apenas importa recordar. 

 

 

        CONSEJOS POÉTICOS

 

           1.

Sé objetivo siempre,

nunca subjetivo.

Siempre desconfía

de los adjetivos

y de los adverbios

y de los gerundios

y el imperativo.

Usa el subjuntivo.

Deja que descansen

los tiempos pasivos.

Huye de la pompa

si no es de jabón

(lo grandilocuente

empacha a la gente)

y de lo solemne

que camina siempre

con la somnolencia.

Cágate en la gloria

y en la magna historia.

 

           2.

Ignorante triste,

la palabra existe.

Para reencontrarla

sólo hay que buscarla

siempre con paciencia

nunca complacencia.

Si es grande el esfuerzo

es poca la ciencia.

Hazte compañero

de la irreverencia.

Existen misterios

bajo la conciencia

y algunos peligros,

entre ellos, demencia.

Así que hazles caso

a las emergencias,

busca, por si acaso,

la pronta asistencia

de un amigo bueno

que tenga prudencia.

Lo demás es vida,

vive la diferencia.

 

           3.

Ah, se me olvidaba

lo más importante:

de ahora en adelante

no les des consejos

a poetas pendejos.

 

 

        ME LLAMAN DESDE ACÁ

 

– ¿Aló?

– ¿Quién habla, Juan?

– Sí. ¿Quién es?

– Graciela Martínez.

– ¡Chela! ¿Cómo estás? Deben haber pasado como treinta años, más...

– Mira, acabo de ver en La Tertulia la segunda edición de Poemas Originales...

– Sí, he revisado un poco algunos de ellos y ...

– Me fijé que me dedicaste un poema...

– Sí, el mismo que en la primera edición. Tú lo sabías...

– ¡Cómo se te ocurre poner mi nombre!

– Pero si escribí ese poema para tí. Tú lo sabes, y te gustó mucho.

– Pero eso fue hace veintiocho años y no le pusiste mi nombre en la dedicatoria.

– Le puse tus iniciales. Por eso lo cambié. Me pareció mejor poner tu nombre

completo.

– ¿Pero cómo se te ocurre? El poema me pinta desnuda en tu cama, habla de mis

pelos púbicos, de mis tetas, de mis pezones, de que estoy dormida después

de haber chingado contigo...

– Pero no así de vulgarmente; está escrito con mucha delicadeza. Recuerda que

cuando lo leíste por primera vez te gustó mucho y hasta se te aguaron los

ojos. Es un tierno poema de amor que le ha gustado a mucha gente.

– No se me aguaron los ojos nada. No me importa que le haya gustado a mucha

gente. Lo que sí, es que ahora todo el mundo sabrá que esa mujer en tu

cama, desnuda, durmiendo a pata suelta, soy yo.

– Nuestros amigos siempre supieron que eras tú; sabían que las iniciales eran las

tuyas; sabían que éramos amantes...

– Sí, carajo, pero ahora lo sabrá todo el mundo. Soy una mujer casada con hijos...

– Te casaste después del incidente que cuenta el poema...

– ¡Eso no importa!

– Tu marido siempre supo que antes tú salías conmigo...

– ¡Ése no es el punto!

– ¿Cuál es el punto?

– ¡Coño, que mis colegas, mis compañeros de oficina, mis amigas y amigos, mi

familia, mis hijos van a ver en un libro un poema que me pinta... no lo voy

a repetir... en una situación vergonzosa!

– Pero si nadie lee poesía y menos la mía.

– ¡Lo van a buscar. Basta que alguien se entere y lo riegue por ahí!

– Chica, es un poema de nuestra juventud. Han pasado treinta años...

– ¡Veintiocho!

– Tus hijos ya son adultos. La situación no es vergonzosa, es gozosa, celebratoria,

todo está descrito con mucha delicadeza...

– ¡Me cago en la delicadeza!

– Es un poema de amor.

–¡Me cago en los poemas de amor!

– ¿Chica, qué quieres que haga? Jamás pensé que te ibas a ofender. Ya el libro

está circulando.

– Mira, eres un cabrón. Siempre fuiste un cabrón. Te voy a demandar.

¡CLIC!

 

 

AY, LA POESÍA...

 

1.

¡Ay! la poesía, la poesía... 

¿Qué tendrá la poesía?  Yo no sé.

Mucha poesía se ha escrito y se escribe.

¡Qué afán de decir quién sabe qué!

¿Por qué? ¿Para qué?

 

2.

Los mejores poemas se parecen

a los tremendos choques de automóviles.

La gente se detiene ante ellos

a asombrarse, a emocionarse,

a pensar en la vida y en la muerte.

 

3.

¡Ay! la poesía, la poesía...

PalabrasPalabrasPalabras...

Obsesión ecolálica.

Excrecencia del lenguaje.

Herramienta divina.

 

4.

La poesía...

 

 


 

PRÓLOGO

Hjalmar Flax, nuestro poeta puertorriqueño con nombre de timonel de nave vikinga, nos entrega un nuevo ejercicio poético en el cual la introspección y la búsqueda del ser se combinan con un humorismo que, como todas las ironías verdaderas, tiene, en el fondo, un contenido trágico.

En la serie que titula “Vida y Recuerdo”, se hace patente la búsqueda de un yo que se ha diluido en el río de los otros y en la aventura de vivir y de saber que, como decía André Gide, “nada hay más allá del fondo oscuro de la muerte”. Hjalmar lo dice con idéntica aceptación y lo reitera en todas sus formas de gozo de la vida y de plenitud del cuerpo y del alma, que no sabemos cómo es ni dónde está, pero que, sin la menor duda, es un misterioso ser que nos habita y da sentido a lo que hacemos o intentamos hacer. “A todas las recuerdo, pero a mí no me recuerdo”, nos dice el poeta frente al espejo del baño una mañana de un día cualquiera, de un día que nos traerá la terrible y hermosa novedad del mundo y de la existencia. El poeta pregunta a los otros y recibe respuestas fragmentadas. “No nos ha sido dada la totalidad, pues esa plenitud es patrimonio exclusivo de los dioses”, decía el hombre sin atributos de Musil. Al final de la serie, la vida del autor, larga en años, se vuelve corta gracias a la fragilidad del recuerdo de su yo más íntimo y complejo.

Hjalmar dedica su libro, Mientras Tanto, a casi todos los seres vivos, a las grandezas, las miserias, las tristezas, los gozos, los silencios y el barullo de esos curiosos y a veces lamentables pero maravillosos miembros del grupo zoológico humano. Así lo hace constar en su hermosa dedicatoria en la que, para nuestra fortuna, están ausentes las concesiones o las declaraciones llenas de solemnidad y de transcendencia.  Mientras Tanto nos habla del aquí y del ahora, nos pone a reír y a lamentar algunos aspectos de nuestro acontecer y, sobre todo, nos acompaña en esa búsqueda del ser que todos debemos realizar y que tiene en la poesía uno de sus mejores caminos. Intentar esa aventura es obligatorio aunque “la vida insista con su manotazo”, ese golpe irremediable que nos rompe el labio o nos obliga a encerrarnos en nuestro frágil ego y adoptar la posición fetal de algunos de los desventurados personajes de Ingmar Bergman. Hjalmar no gimotea ni se queda callado: escribe poemas y goza de los “alimentos terrenales”. Hoy tenemos “arroz con pollo y bacalao guisado”. Por lo tanto no hay lugar para las quejas aunque la realidad nos apriete el cogote.

En una parte del libro aparece un poema político que rezuma, y con razón, disgusto y amargura. Con el permiso de don Rafael Hernández, nuestro poeta hace un nuevo lamento borincano: “Si un político agarro, mi Dios querido, buena mandá al carajo le voy a dar”. Hace muchos años, Bernard Shaw decía que “los políticos y los pañales deben cambiarse frecuentemente... y por la misma razón”.

La casa, el teléfono, la avena, el pan tostado, la cama que debemos tender (Livaditis, el gran poeta griego, decía que por la noche se desvestía, se ponía el pijama y tomaba el somnífero recetado por un médico, y a la mañana siguiente se levantaba y doblaba sus sábanas “como después de una ejecución”); los gajes del oficio poético, ese juntar palabras para levantar la frágil fábrica del poema; las mujeres amadas, el paso de ganso de los años, la risa y el miedo... todos estos actos cotidianos y sentimientos del mundo están presentes en el nuevo libro de un poeta que vive ya la madurez arduamente alcanzada de su quehacer.

Hugo Gutiérrez Vega*

Copilco el Bajo

lluvias de 2010

 ___________________
* Hugo Gutiérrez Vega nació en Guadalajara, Jalisco en 1934. Es casado y de profesión Abogado, Maestro en Letras. Fue miembro de carrera del Servicio Exterior Mexicano del 1963 al 1998 donde ocupó diversos puestos como Agregado Cultural, Consejero Cultural y Ministro de Asuntos Culturales en diversas Embajadas de México en Italia, Gran Bretaña, España, Washington y Brasil. Fue Embajador en Grecia, concurrente en Líbano, Chipre, Rumania y Moldova. Realizó trabajos especiales para la UNESCO en Irán y la Unión Soviética. Fue Cónsul General de México en San Juan, Puerto Rico. Fue Maestro de la Universidad Autónoma de Querétaro (en la Escuela Preparatoria y la Escuela de Derecho); Rector de la Universidad Autónoma de Querétaro (Fundador de las Escuelas de Idiomas y Psicología); Maestro de tiempo completo de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM y de Filosofía y Letras (UNAM); Director de "La Casa del Lago" de la UNAM; Director General de Difusión Cultural de la UNAM. Director de la revista de la Universidad (UNAM); Maestro visitante y conferencista en universidades de Italia, Inglaterra, Rumania, Estados Unidos de América, España, Portugal, Grecia, Brasil, Argentina y Noruega. Es Doctor Honoris Causa de la Universidad Autónoma de Querétaro. La Universidad de Guadalajara en 2009 estableció la Cátedra de Periodismo Cultural, Hugo Gutiérrez Vega.

Habla Inglés, Italiano, Portugués, Francés, Griego y Rumano. Ha recibido las siguientes condecoraciones y homenajes: Comendador de la Orden al Mérito de la República Italiana. (1966). Medalla "Alfonso X" de la Universidad de Salamanca. (1981). Comendador de la Orden "Isabel la Católica", España. (1983). Gran Oficial de la Orden del Delfín Grecia. (1988). Orden del Delfín Grecia (Gran Cruz 1994). Premio Nacional de Poesía (México 1975). Premio de Letras (Edo. de Jalisco 1994). Homenaje Nacional del I.N.B.A. (1994). Premio Nacional de Periodismo en Difusión Cultural 1999. Premio Iberoamericano de Poesía Ramón López Velarde 2001. Premio Nacional de Poesía Xavier Villaurrutia 2002. Medalla de Oro del Instituto Nacional de Bellas Artes 2004. Homenaje en el 4º. Encuentro de Poetas del Mundo Latino, Morelia 2004. Homenaje del Instituto Nacional de Bellas Artes por sus 75 años. Homenaje del Estado de Querétaro 2009. Premio Poetas del Mundo Latino 2009. Homenaje del Estado de Jalisco 2009.

Es fundador y primer Director de los Cómicos de la Lengua de la Universidad Autónoma de Querétaro y del "Grupo de Teatro Latinoamericano" de Roma. Fue actor de las compañías de teatro de la UNAM.

Ha publicado los siguientes libros de Poesía: 1) Buscado Amor (Losada, Buenos Aires, Prólogo de Rafael Alberti) 1963. 2) Desde Inglaterra (Universidad de Guadalajara 1966). 3) Resistencia de Particulares (Editorial Era 1967). 4 Cuando el Placer Termine (Premio Nacional de Poesía publicado por Joaquín Mortíz 1976). 5) Cantos de Placencia (Editorial "HYPERION" 1976). 6) Poemas para el Perro de la Carnicería (UNAM 1978). 7) Antología (Colección Material de Lectura UNAM 1978). 8) Tarot de Valverde de la Vera (EUAF, España, y Prometeo 1981). 9) Antología (En Italiano, Roma-México, Ed. Bilingüe 1977). 10) Meridiano 8-0 (Cultural Hispánica, Madrid 1982). 11) Cantos de Tomelloso (Universidad Autónoma de Querétaro y Universidad y Universidad del Edo. de México 1983). 12) Georgetown Blues (Gobierno del Estado de Querétaro 1984). 13) Las Peregrinaciones del Deseo Poesía reunida 1985-1986 (Fondo de Cultura Económica) 14) Andar en Brasil (Universidad Autónoma de Querétaro 1987). 15) Los Soles Griegos (Universidad Autónoma de Querétaro 1990). 16) El Nombre Oculto de Grecia (Edición Bilingüe español-griego. Editorial (Nuevos Frutos" Atenas 1991). 17) Poemas (En griego, Instituto Cervantes", Atenas 1991). 18) Cantos del Despotado de Morea (Editorial "VERBUM", Madrid, 1993). 19) Nuevas Peregrinaciones (Guadalajara, Jal., México, 1994). 20) 11 Poetas Griegos (Tucán de Virginia, México 1995). 21) Una estación en Amorgos (Guadalajara, Jal., México, 1996). 22) Los pasos revividos ("El Tucán de Virginia", México 1997). 23) Antología en Griego ("Ogospi", Atenas, 1997). 24) Antología personal (Fondo de Cultura Económica, 1998). 25) Los pasos del nómada (Antología Bilingüe Francés-Español) Quebec 1999. Traducción Emile Martel. 26) Peregrinajes (Antología 1995) Universidad de Puerto Rico. 27) Peregrinaciones (Poesía reunida 1965-1999) Difusión Cultural Unam 99. 28) Poesía sobre poetas. Papeles de San Agustín, Oaxaca 2001, México. 29) Una estación en Amorgós. (Griego moderno) Gobostis, Atenas 2002, México. 30) Peregrinaciones (Poesía reunida 1965-2001) Fondo de Cultura Económica, Colección Letras Mexicanas. 31) Antología con dudas. Visor Madrid 2008. 32) Antología en Rumano Gânduri peregrine. (antología en Rumano, Bucarest, 2009). 33) Las águilas serenas. (Ensayo sobre escritores mexicanos), Instituto de Cultura del Estado México 2009. 34) Polvo nuevo de la palabra antigua (Colección clásicos Jaliscienses) Secretaría de Cultura, Guadalajara, Jalisco, 2009. 35) Peregrinazioni (Antología poética en italiano) Foggia, 2010. Traducción: Emilio Coco.

Su poesía ha sido traducida al inglés, francés, italiano, ruso, rumano, portugués,griego y turco.

Ha publicado los siguientes libros en Prosa: 1) Los Medios de Comunicación Social (UNAM 1973). 2) Información y Sociedad (Fondo de Cultura Económica 1975). 3) El Teatro en México (Ediciones "Alfonso X", Salamanca 1978). 4) Luis Buñuel, (Ediciones "Alfonso X" Salamanca 1978). 5) José Carlos Becerra (Material de Lectura, UNAM 1975). 6) Ramón López Velarde ("Material de Lectura" UNAM 1976). 7) Poesía Italiana Moderna ("Material de Lectura" UNAM 1974). 8) El Erotismo y la Muerte, Ensayos reunidos (Ed. Océano 1988). 9) Lecturas, navegaciones y naufragios (Editorial Minimalia) México 1999. 10) Algunos ensayos (LEISSSTE México 2000). 11) Bazar de asombros I (Aldus 2000), México. 12) Bazar de asombros II (Aldus 2002), México. 13) Esbozos y miradas del Bazar de Asombros (Conaculta 2006) México.

Ha publicado ensayos y poemas en revistas de México (Siempre, Vuelta, Nexos, Revista de la UNAM), España (Cuadernos Hispanoamericanos...). Así como en Argentina, Colombia, Venezuela, Italia, Brasil, Portugal, Unión Soviética, Rumania, Inglaterra, Estado Unidos, Francia, Egipto y Suiza. Asimismo, en octubre de 1994 el Instituto Nacional de Bellas Artes le organizó un homenaje en el Teatro del Palacio de Bellas Artes de México con motivo del Aniversario 30 de la aparición de su primer libro.

Actualmente es Director de "La Jornada Semanal" y miembro del Seminario de Cultura Mexicana, miembro Correspondiente de la Academia Puertorriqueña de la Lengua Española.

 


RESEÑA

( publicada en El Nuevo Día el 18 noviembre 2012)

EXPLORACIONES

 Leer la poesía de Hjalmar Flax es anticipar –de poema en poema- extraordinarios descubrimientos. Se lee con la expectación, casi siempre cumplida, de encontrar  visiones inéditas, formulaciones irónicas –también amargas- que esclarecen nuestro ser y nuestro mundo. El atractivo inicial –humorístico - de muchos poemas disimula una incitación a la reflexión de corte existencial.  En otros, tras un planteamiento chocante o gracioso hay un sedimento de amargura o de difícil resignación, un poso que el lector queda rumiando, mientras desentraña lentamente sus múltiples implicaciones. Aún otros poemas son divertidos y sorprenden con sus giros inesperados.  Raras veces –aunque sucede- decepcionan.

Este libro despliega un panorama más diverso y desigual que los anteriores. Cada una de sus seis partes tiene una tónica distintiva. Los poemas narrativos de “Retratos” describen figuras o situaciones. Un cinismo amargo la permea, incidiendo en un tema poco característico en él: lo religioso. En “Primavera en Santurce”, sin embargo, recupera su toque leve, gracioso pero disimuladamente trágico, el existencialismo fundamental de sus mejores poemas.

La factura impecable de los sonetos de esta sección contrasta  dramáticamente con lo prosaico y hasta desagradable del contenido (“El halitoso”). Y aparece también –por primera vez- el tema político/electoral de forma particularmente desacertada. La gracia es fácil en esos poemas, especialmente en el paródico “Nuevo lamento borincano”.

El talante se torna reflexivo en las secciones “Atisbos” y “Fracasos”. Son poemas sobre amores pasados y un presente amenazado de muerte segura; sobre la memoria y el ser. Y aparece, sorpresivamente, una ternura inusitada por la niñez, hermosamente formulada en “La esencial natividad”; expresada con leve y deliciosa gracia en “Llamada en el contestador”.

Las cuatro “Décimas” -metro tradicional, si alguno- pertenecen a diferentes etapas de la poesía de Flax. Muy trabajadas, la más reciente, “Décima Florida”, dice así: “Te amo con ese amor/ de la amistad duradera./ Con amor de primavera/ para el invierno peor./ Amor reiterado en flor/ de amapola agradecida./ Viejo amor que no se olvida/ que no necesita verte./ Y te amaré hasta mi muerte,/ es decir, toda la vida.”

La sección más desigual es “Gajes del oficio”. Al lado de poemas extraordinarios sobre el arte y la poesía ( “Un dos tres” resuena con “Lo fatal” de Darío: “Todo eso y más aún: el infinito,/ y la tristeza de que nada es cierto,/ y la certeza de que no está muerto/ el corazón…”) los hay de una gracia burda (“Me llaman desde acá”) y hasta sermoneadores: “Curso corto remedial”.

Cada lector trazará su propia ruta por esta poesía: tiene de dónde escoger. Puede requedarse en las ironías conocidas, amargas y pesimistas; explorar nuevos caminos de inusitada ternura o asomarse al sentimiento contenido tras el ingenio. 

Carmen Dolores Hernández*

18 de noviembre de 2012

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* Nacida en San Juan, Carmen Dolores Hernández estudió su bachillerato en el Colegio Universitario del Sagrado Corazón de esa ciudad; tiene una maestría en literatura de New York University, un diploma de francés de la Univesidad de Ginebra y un doctorado en Filosofía y Letras con especialidad en Literatura Española de la Universidad de Puerto Rico. Después de enseñar brevemente en la Universidad de Puerto Rico, se dedicó a la crítica literaria en el peridico El Nuevo Día. Además de escribir artículos culturales y reseñas de libros con frecuencia semanal desde el 1981, estuvo a cargo de las revistas culturales de ese periódico, “Foro” y “Letras” (2002 - 2005).Colabora habitualmente en revistas puertorriqueñas y del extranjero (Estados Unidos, México y Alemania) y ha publicado los siguientes libros: Manuel Altolaguirre, vida y literatura (Editorial de la UPR, 1974); De aquí y de allá. Libros de Puerto Rico y del extranjero (Biblioteca de Autores Puertorriqueños, 1986), Puerto Rican Voices in English. Interviews with Writers (Praeger Publishers, 1997), Ricardo Alegría. Una vida (Plaza Mayor, 2002) y A viva voz (Grupo Editorial Norma, 2008). Ha editado un libro de ensayos sobre literatura puertorriqueña, Literatura puertorriqueña. Visiones alternas (Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe, 2005) y un volumen que reúne los cuentos ganadores del Certamen de Cuento de El Nuevo Día, que inició en 1997, Convocados (2009). Un artículo suyo sobre la escritura de la diáspora puertorriqueña se incluyó en la obra colectiva Literary Cultures of Latin America, A Comparative History (Oxford University Press, 2004). Es miembro de número de la Academia Puertorriqueña de la Lengua Española.


PRESENTACIÓN

 (leída en el Colegio de Abogados de PR el 20 noviembre 2012)

 Todo poeta, hombre o mujer, obliga a pensar la poesía. Esta obligación está ligada, a su vez, a un mandato: la necesidad de escribir por la que adviene esa peculiar composición de palabras que llamamos el poema. Si la poesía es la recuperación primordial del lenguaje, entonces el poema es la plasmación de una experiencia de vida que rebasa a quien escribe y se encuentra con las múltiples voces que a lo largo de los siglos han ido construyendo el destino del imperativo poético, para valerme de una expresión de Paul Valèry. Y puesto que pensar es también sentir, la escritura transforma la soledad del poeta en las inéditas sensaciones del acto de leer y en una siempre renovada emoción de la inteligencia. De esa manera la poesía pasa a ser una experiencia radical de lo común, por más singular que sea la escucha de quien lea. Digo esto porque las voces que confluyen en el acto poético de Hjalmar Flax parecen girar en torno a un único vórtice: la poética de la soledad. Nada casualmente aparecen, como un destello, estos versos de Alberto Caeiro, el maestro de los heterónomos del gran poeta Fernando Pessoa: Ser poeta não é uma ambição minha. / É a minha maneira de estar sozinho. Son los versos que introducen el poema titulado «Transformaciones» de su último libro, cuya publicación hoy celebramos; concluye con estos versos, los cuales, a mi entender, ponen de manifiesto el tono de su poética: «Mi nombre puede ser otro, / y mis versos…/mis versos son la tinta de un calamar que huye.» Queda, pues, la tinta: negra, sepia, púrpura, pero marcando siempre un gran signo de interrogación sobre el que divaga el poema hasta dar con la dicha, pasajera y fugaz pero indispensable, de la creación. La poesía es lo que nutre la vida y la vida es la dicha de dar con la palabra, con una sola palabra, con una palabra única e irrepetible, por más que sea siempre la misma: «Ah, la poesía, la poesía, a poesía…». El poema es lo que se escribe, y la poética es lo que se deja pensar en medio de esa actividad interminable que sirve aliento al poeta, es decir, la poesía. El conjunto de todo ello hace al poeta. Y puesto que el misterio de las cosas es que las cosas no tienen misterio alguno, para valerme de otro verso de Caeiro, el signo de interrogación no es lo misterioso de la vida sino el secreto a voces del poeta: «El artista no inventa, / descubre lo obvio / y te lo muestra.» La poética de nuestro poeta no reside sólo en el poema, sino también en sus títulos, que con frecuencia son los primeros versos; así como en sus pausas, sus silencios y, muy particularmente, en un sentido de humor corrosivo que tiene como blanco – target – la propia persona del poeta y a la poesía misma. A lo largo de su obra, y en particular en este libro, Hjalmar no cesa de burlarse de sí mismo y de su oficio, es decir, de sus máscaras, ¿pues qué otra cosa es una persona si no es la máscara de las palabras que nombran lo que alguien dice, piensa y hace? En el umbral de la burla y del sarcasmo está su singular manera de tratar lo que sirve de contrapunto a la soledad: la experiencia del amor en sus inclinaciones diversas y variadas declinaciones, como si la súbita huida del calamar no dejase nunca de encontrarse, de nuevo, con la huella amorosa de su tintero, allí donde el hoy es ahora y el ayer un mañana: «Hoy he despertado pasajero / con esa sensación que llega hasta el origen, / y sé por qué Vaughan Williams, / muerto en el siglo XX, / compuso sobre un tema de Thomas Tallis, / muerto en el siglo XVI. / Ahora me acuesto, solemnemente, / con esa saludable sensación. / Y siento menos pena por la falta / de mis amigos muertos./ Hoy amo más porque me importa menos, / por haber caminado calles centenarias / sintiéndome infinitamente mortal.» Por esta razón no es exagerado decir que el corrosivo sentido de humor de nuestro poeta da pie para que trasluzca lo evidente: la profunda conmoción de la precariedad de la existencia. Es así como el desamparo – Hilflossenkeit – que nos acompaña desde la más tierna infancia, se transforma en la memoria de un juguete fotográfico con el que el poeta se regala de nuevo la infancia y, con ella, «la magia de su ignorancia». Decían los epicúreos que «los niños, por las noches, tienen miedo y los adultos, por el día somos presas de fantasmas». Pues bien, se diría que la infancia no nos abandona nunca y que los fantasmas llegan a formar parte de una íntima compañía. La poética de la soledad es muy afín a un escritura que emula el epigrama, y que evoca en mí a un clásico latino del siglo primero de la era común: Marco Varelio Marcial, oriundo de Bilbilis, en la Hispania Tarraconense, la actual Catalayud o Cataluña, y protegido del cordobés Séneca. Como Marcial – entre latinos anda la cosa, por más nórdicos que sean sus nombres –nuestro poeta no deja de urdir los senderos abisales, por los que se desgrana la dúctil madeja coloquial del lenguaje, para espantar el miedo y transformar las fantasmagorías en la dulzura de un amoroso duelo, como por ejemplo en estos concisos, pero ingeniosos versos «¿Qué será peor: / que el amor no tenga futuro / o que el futuro no tenga amor?» Y cuya contrapartida podrían ser estos otros:  «Desde que busco aMarte / sólo encuentro la guerra.» Este poema titulado Errata está tomado del libro Tiempo adverso, publicado en 1982, en la ya desaparecida colección Biblioteca Atlántida de Barcelona, que estaba bajo la dirección de una gran escritora nuestra, Giannina Braschi. Fue ahí, en ese libro, donde me topé con el nombre de Hjalmar Flax, hace justamente 30 años. Extraño nombre, me dije; a ver si escribe con la misma extrañeza con la que ha sido nombrado. En efecto, lo raro y lo excepcional es lo que distingue a un(a) poeta. Y me traje su libro de Barcelona y ahora también lo llevo conmigo. También en esa misma colección, el mismo año, publiqué yo mi primer libro de poemas con el título Cronografías. Interesante coincidencia, que el padre Tiempo haya dado ocasión para el encuentro de nuestra común ocupación poética. Por eso me alegra tanto volverle a encontrarle aquí, en estos tiempos, que siguen siendo de penuria, pero también de insospechada abundancia para quien sepa y desee reconocer la ancestral nobleza de la poesía. Me alegra volver a verle y decirle, mientras tanto, con mi admirado Paul Celan, que puesto que el oficio del poeta se hace con las manos, un poema verdadero es como verdadero apretón de manos. En hora buena, poeta.  

Francisco José Ramos*
San Juan de Puerto Rico
20 de noviembre de 2012

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*Francisco José Ramos González es doctor en Filosofía y Letras y catedrático jubilado de la Universidad de Puerto Rico. Es miembro fundador y ex-presidente de la Sociedad Puertorriqueña de Filosofía y miembro numerario de la Academia Puertorriqueña de la Lengua Española.
Es un reconocido escritor y conferenciante.

 

 
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