Hjalmar Flax

 

Cuestion de oficio Publicado en 1998 por Editorial de la Universidad de Puerto Rico, Río Piedras, 54 págs., en la Colección Aquí y Ahora creada por José Ramón de la Torre. Contiene un prólogo del autor y una selección suya de poemas sobre poesía, algunos publicados en libros anteriores y poemas nuevos.

 

Selección de CUESTIÓN DE OFICIO

 

        POIESIS

Escribe el escritor y al escribir
desde la más profunda soledad
donde se empoza impuro el sedimento
del sueño y la vigilia que es su vida,
a ese rincón de olvidos, a ese sótano
secreto acude, escarba, yace, busca
consigo estar callado en su desorden,
entre sus trastos como un trasto más.
Entonces, quizá entonces, sólo a veces,
alguna oblicua luz que no le llega
de sol ni de bombilla, le relumbra
el papel sobre el cual junta sonidos,
cadencias de palabras, que no caen
desde el distante mundo sino desde
su propia sangre viva hasta su mano,
menguada ya la fuerza originaria,
dejando trazos que parecen versos.

 

        A PURA VOZ

La pared aparente
que separa locura de cordura
como el cristal es transparente y dura.
Se palpa con la palma de la mente,
y sólo se atraviesa y se regresa
cuando la voz es pura.

 

        SI ES QUE NO PUEDE SER

Debe ser,
por lo menos,
refelejo del espejo,
fruto del árbol,
pelo de la fiera,
si es que no puede ser
espejo, árbol, fiera.

 

        LA PRESENTACION

Éste es el poema falso.
Lo lee una persona dormida.
Pretende complacer con lo esperado
a los falsos lectores de poesía.

Y los falsos lectores de poesía
compran el libro de poemas falsos,
lo leen y se sienten complacidos
de haber leído un libro de poemas.

Y el tiempo, que lo era todo,
ya no lo es.

 

        ESCOLIO AL INVENTARIO

No sabe el hombre para quién escribe,
ni la lectura que lo sobrevivirá.

Cuando la vanidad inmeditada
me hace sentir que es algo la poesía,
que vale la mucha pena...
vuelvo a leer mis libros tan delgados,
treinta años de labor, trescientos poemas,
diez poemas por año, y entre todos
no hay diez, ni tres, quizá ni uno
que valga perdurar . . . Y sin embargo
pienso es más vanidoso despreciarlos
que despreciarme, porque, a largo plazo,
menos soy que uno de esos inexactos
fragmentos que sostienes con remoto
interés y vaguísima esperanza,
¡O, lector narcicista! de encontrarte.

 

        MÁS VALE TARDE QUE NUNCA

Los atardeceres
son bellos
imponentes
tristes
gloriosos
violetas, anaranjados, verdes, grises,
tranquilizantes
emocionantes...
Los atardeceres son todo eso y más
pero no son poéticos.
Sólo la poesía es poética,
y los atardeceres no son poesía.

 

        DEFINITIVA

(Es perro, mamá.)

La poesía
no es "emoción", ni "sensación", ni mucho menos "la naturaleza",
aunque provoque emociones, invoque sensaciones y evoque la naturaleza.

La poesía
se hace con palabras.

Si no tiene palabras no es poesía.

La poesía
comienza en la palabra
y, después de un proceso misterioso, termina en la palabra.

La poesía.

 

        EL VIEJO ESTUDIANTE

Parecía un loco, lanzándose al suelo,
rodando por la arena a la orilla del mar,
cayendo de espaldas, de costado, de frente,
una y otra vez,
como si algo invisible lo abatiera
cuando intenta caminar.
- ¿Qué hace- le pregunto?
- Practico caídas- me responde.
- ¿Para qué?-
- Para vencer el miedo de caer.-

 


 

Prólogo a CUESTIÓN DE OFICIO
 
 

            Cuando el Dr. José Ramón de la Torre me solicitó una colaboración para su colección AQUÍ Y AHORA, publicada por la Editorial de la Universidad de Puerto Rico, acordamos una antología de poemas éditos e inéditos sobre uno de los temas de mi poesía. Escogí el tema de la poesía.
            Sabemos que uno de los grandes temas de la poesía es la poesía misma, y no creo que exista poeta que no lo haya abordado ya que va al corazón de su oficio. En todos mis libros he incluido poemas sobre poesía, no porque sea uno de los grandes temas, sino porque me interesa. La mayoría de esos poemas han sido incluidos aquí. Temo que el tema, sin embargo, sea el que menos le interese a lectores que no son escritores, o al menos que no tienen una inclinación artesanal.
            Uno de los más estrictos poemas sobre poesía es la "Rima XV" de Gustavo Adolfo Bécquer. Dice la primera mitad:

 

            Cendal flotante de leve bruma,
            rizada cinta de blanca espuma,
                      rumor sonoro
                      de arpa de oro,
            beso del aura, onda de luz:
                      eso eres tú.
 
            Tú, sombra aérea, que cuantas veces
            voy a tocarte, te desvaneces
            como la llama, como el sonido,
            como la niebla, como el gemido
                     del lago azul.
 

            Béquer personifica la poesía y la describe con imágenes mutantes, casi incorpóreas, casi transparentes y de muy difícil captación, para luego (en la segunda mitad) presentar la desesperación del narrador-poeta1  al no poderla alcanzar. El lector poco avisado, quizás por influencia de las otras "rimas", piensa que ésta también se refiere a una mujer2. Esto, a pesar de que no hace sentido que el "tú" del poema sea una mujer que flota por el aire, se transforma en bruma, espuma, sonido, sensación y se desvanece para evadir al poeta que la ama y la persigue3. Todo se aclara cuando se lee ese "tú" como la poesía o la inspiración poética y se entiende el poema como la lucha interna del narrador-poeta por alcanzar la poesía: descrito como una ola en un mar sin playas, como un cometa errante, como alguien que corre desesperadamente tras la poesía: descrita como una sombra, como "la hija ardiente de una visión"4.
            Otro bello e igualmente trágico poema sobre poesía es "Elegía de un madrigal" de Antonio Machado, que también trata sobre la imposibilidad de expresar lo esencial, de captar lo importante en un poema. Aquí el narrador-poeta, ya viejo, solitario y hastiado, busca y encuentra un poema que le escribió a una mujer que amó y quiere recordar, pero al leerlo no le sirve para recordarla, y se aleja en silencio a llorar su fracaso como poeta. Descubrimos que no recuerda porque lo esencial de los cabellos rubios de la mujer que tanto amó no era el color ni la forma, sino su olor. A diferencia del poema de Bécquer, aquí hay una mujer de carne y hueso que, para desgracia del narrador-poeta, tuvo unos clichosos "rizos de oro". El narrador-poeta fracasó porque se lo tragó el cliché, lo confundió la sinestesia, y no vio que lo importante del cabello de aquella mujer tan amada era su olor. Dice la segunda parte del poema:
 

            Quiso el poeta recordar a solas
            las ondas bien amadas, la luz de los cabellos
            que él llamaba en sus rimas rubias olas. 
            Leyó ... La letra mata: no se acordaba de ellos.

            Y un día -como tantos- al aspirar un día
            aromas de una rosa que en el rosal se abría,
            brotó como una llama de luz de los cabellos
            que él en sus madrigales llamaba rubias olas,
            brotó porque un aroma igual tuvieron ellos ...
            Y se alejó en silencio para llorar a solas.
 

            Uno de los temas más importantes de la poesía de Luis Palés Matos es el de la creación poética, y muchos de sus poemas son poemas sobre poesía: "Frontis", primer poema de su primer libro, comenta la naturaleza de la poesía que el lector va a descubrir en el libro. En "El orfebre golpeaba" o "Alegoría", el orfebre (el poeta) labra una joya (poema) para conquistar a "Gloria, la niña de los rizos de oro" (la gloria poética, la poesía), pero le cuesta tanto trabajo y al terminarla está tan viejo que "Gloria" sólo le planta un beso fraternal en la frente. "Elegía del saltimbanqui" da una visión trágica del narrador-poeta (el saltimbanqui) cuya poesía (maromas) imitada por mediocres, pasa de moda, y éste, que ya ha perdido destreza, al tratar de inventarse algo nuevo, ponerse en la onda moderna, se destruye como poeta. En "El pozo" el narrador-poeta revela la fuente de su poesía. "Khalahari" presenta la obsesión del narrador-poeta con una palabra que lo perturba y no sabe por qué. En "Majestad Negra", Tembandumba, que viene de un lugar lejano y desconocido (la Quimbamba), es la musa que trae la poesía, sobretodo el lenguaje poético5. Además, muchos de sus últimos poemas, entre ellos: "Puerta al tiempo en tres voces", "Asteriscos para lo intacto", "La búsqueda asesina", y "La caza inútil", son poemas sobre poesía. Filí Melé es otra cara de Tembandumba, la musa, la fuente de la poesía. En "La búsqueda asesina" la búsqueda es asesina porque el narrador-poeta cuando alcanza la poesía, la destruye; como el cazador que persigue su presa y sólo la captura matándola. Dice la primera estrofa de este poema:
 
                        Yo te maté, Filí-Melé: tan leve
                        tu esencia, tan aérea tu pisada,
                        que apenas ibas nube, ya eras nieve,
                        apenas ibas nieve, ya eras nada. 
                        Cambio de forma en tránsito constante
                        habida y transfugada a sueño, a bruma ...
                        Agua-luz lagrimándose en diamante,
                        diamante sollozándose en espuma.

 

            Al igual que el "Tú" de la "Rima V" de Bécquer, "Filí-Melé" no es una mujer de carne y hueso, sino la poesía, y Palés la describe con imágenes muy parecidas a las de Bécquer. Lo que es "Filí-Melé" queda clarísimo en "Puerta al tiempo en tres voces", para mí, uno de los grandes poemas de cualquier tiempo y lugar, donde entre tantas cosas, dice el narrador-poeta que sólo es posible alcanzar la poesía al perderla, encontrarla cuando no se busca. Esta idea se repite en "La caza inútil", donde la caza es inútil porque el cazador (poeta) nunca captura a su presa (la poesía), sólo puede alcanzarla cuando no la persigue, cuando renuncia a la "magia verbal", a las palabras, con las que hace el poeta su poesía.6 En "Puerta al Tiempo en Tres Voces, la palabra se personfica en "mis palabras", personajes de la segunda parte del poema:

 

 

                        En sombra de sentido de palabras,
                        fantasmas de palabras;
                        en el susto que toma las palabras
                        cuando con leve, súbita pisada
                        las roza el halo del fulgor del alma;
                        -rasgo de ala en el agua,
                        ritmo intentado que no logra acorde.
                                        . . .
                        Mis palabras, mis sombras de palabras,
                        a ti, en la punta de sus pies, aupadas.
                                        . . .
                        Yo, evaporado, diluido, roto,
                        abierta red en el sinfín sin fondo ...
                        Tú, por ninguna parte de la nada,
                        ¡qué escondida, cuán alta!

 

 

            Dylan Thomas, en sus poemas "In My Craft or Sullen Art" y "Once Below a Time", trata el tema de la poesía. El primero es uno de sus poemas más sencillos donde el narrador-poeta describe su arte como un oficio ("craft") hosco y triste ("sullen") y explica cómo y por qué escribe. Al final el poema adquiere un sesgo trágico cuando el narrador-poeta revela que escribe para los amantes que no le hacen caso. Dice la última estrofa:

 

 

                        Not for the proud man apart
                        From the raging moon I write
                        On these spindrift pages
                        Nor for the towering dead
                        With their nightingales and psalms
                        But for the lovers, their arms
                        'Round the griefs of the ages,
                        Who pay no praise or wages
                        Nor heed my craft or art.

 

 

            "Once Below a Time" es un poema difícil a primera vista, donde el narrador-poeta describe su desarrollo como poeta desde su niñez, hasta el momento cuando se da cuenta de que, aunque sus poemas pudieran alcanzar inmortalidad, su manera de hacer poesía, aprendida en la niñez: desnudarse para mostrar el alma, lo ha llevado hasta su propia mortalidad. Para sobrevivir, entonces, el narrador-poeta renuncia a la poesía y acepta el silencio. Silencio que subraya la imposibilidad de la plena expresión poética.
            El poema en dos partes es una compleja metáfora extendida, donde Thomas le llama al cuerpo que cubre el alma: traje ("suit") dado por los dioses. A éstos llama sastres con cara de reloj ("clocked faced tailors") cuyo jefe es el "cloud perched tailors' master". Vive el narrador-poeta engañado por los sastres (dioses) hasta que se da cuenta de que son ídolos, y descubre su mortalidad porque debajo de la carne no está el alma, sino el esqueleto. Otro aspecto importante del poema es la descripción del mundo poético fascinante de la niñez del narrador-poeta que no se refleja en la siguiente cita injusta con este maravilloso poema, y que contiene sus primeros versos, apoyos intermedios, y su última estrofa:

 

 

                        Once below a time
                        When my pinned-around-the-spirit
                        Cut-to-the-measure flesh bit,
                        Suit for a serial sum
 
                                    [. . .]


                        I astounded the sitting tailors,
                        I set back the clock faced tailors,


                                    [. . .]


                        . . . deceived, I believed, my maker,
                        The cloud perched tailors' master with nerves for cotton.


                                    [. . .]


                        I was pierced by the idol tailor's eyes,


                                    [. . .]


                        Summoning a child's voice from a webfoot stone,
                        Never never oh never to regret the bugle I wore
                        On my cleaving arm as I blasted in a wave.
                        Now shown, and mostly bare I would lie down,
                        Lie down, lie down and live
                        As quiet as a bone.


 
            El Poema "L'École des Beaux-Arts" de Jacques Prévert, a diferencia de los anteriores es optimista. Cuenta en pocos versos y de manera sencilla el momento cuando llega el padre a la casa, llama a sus hijos, y en una escudilla con agua tira una bolita de papel que se transforma en una flor maravillosa. La mayor parte del poema describe el asombro de los niños, y concluye diciendo que esa flor jamás se marchitará en su recuerdo. Todo el poema forma una sola metáfora compleja del oficio y la magia de la creación artística (hasta en el movimiento de los versos en la página), y también el efecto que produce en sus espectadores, para terminar subrayando lo imperecedero del arte. Termina el poema7 así:

. . .

Devant les enfants intrigués
Surgit alors
Multicolore
Le nénuphar instantané
Et les enfants se taisent
Émerveillés
Jamais plus tard dans leur souvenir
Cette fleur ne pourra se faner
Cette fleur subite
Faite pour eux
A la minute
Devant eux.

 

            Entonces, ¿es poesía sobre poesía aquella donde el "personaje principal o más importante" es la poesía misma, la inspiración poética, la fuente de la poesía, etc., donde el motivo del poema es el lenguaje o el juego con el lenguaje, donde lo más importante es la referencia al oficio de poeta? Podría decirse que toda poesía, por pertenecer a una tradición, tiene elementos autoreferenciales, pero esta tangente me parece menos importante para el disfrute de la poesía que lo que he tratado de demostrar con Bécquer, Machado, Palés, Thomas y Prévert, y lo que espero demuestren los poemas que siguen a este prólogo. En última instancia la mejor definición son los mismos poemas.
            Estoy convencido de que cualquier lector de poesía se beneficiaría de adquirir un sentido artesanal del oficio de poeta (si es que ya no lo tiene) para incrementar su entendimiento y, por ende, su disfrute de la poesía. Esto implica conocer algo de su tradición y desarrollo histórico, conocer algo de prosodia y versificación para aprender a "leerla"8, conocer algo de los estilos y las épocas, y de las formas y los temas que más se repiten. El lector que tome esos derroteros no quedará derrotado. Se sorprenderá de lo mucho que ya había aprendido en sus lecturas sin ser consciente de ello. Pero con sólo hacerse consciente entenderá mejor lo que sabía y aprenderá otras cosas que lo harán gozar más y mejor, porque de eso se trata.
            En esta ceñida antología se incluyen poemas publicados en libros desde 1969 hasta 1995, así como poemas que han salido en revistas aunque no en libros, y por último algunos inéditos. Los he colocado en orden cronológico. Los que han salido en libros se identifican al calce con el nombre del libro y el año de publicación. Los publicados en revistas y los inéditos van después sin identificación al calce. Algunos de estos poemas tienen más de treinta años de haberse escrito y los más recientes son del año en curso. Puestos así, todos juntos, dan una impresión parecida a la que he sentido al estar en el taller de un ebanista, el garaje de un mecánico, o el estudio de un pintor, y confrontarme con las herramientas del trabajo junto a muebles, o automóviles, o cuadros terminados y en espera de que los vengan a recoger; por lo que parecen fuera de lugar. En ese sentido estos poemas están fuera de lugar, fuera de sus libros, de sus lugares esperados, en una especie de almacén que pone aún más en evidencia lo que son: poemas sobre poesía, una cuestión de oficio.
 
 

Hjalmar Flax
mayo 1997

 

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1Al igual que no debe confundirse al dramaturgo con su personaje, no se debe confundir al "poeta", autor del poema, con el "narrador" o el personaje creado por el autor para que diga el poema. Usualmente en el caso de poemas sobre poesía, el narrador es poeta. Por el contrario, cuando no se trate de poemas sobre poesía, el "narrador" no será "un poeta". El narrador de un poema es siempre un personaje o pose del poeta, un rol que el poeta desempeña en el poema y que puede cambiar de poema en poema, de libro en libro. (Regresar)
2Uno de nuestros menos conocidos compositores de danzas, Ángel Mislán, cimentó para siempre esa confusión al usar el poema de Gustavo Adlofo como letra en su muy conocida danza, "Tú y Yo", haciéndonos casi imposible leer la "Rima V" sin cantar la melodía y mover la cabeza al suave ritmo de la danza.
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3Bécquer no le asigna sexo, ni aún gramaticalmente, al "Tú" y al "Yo"; se lo asigna el propio prejuicio romántico del lector. Nada en el poema sostiene que el "Tú" sea una mujer. Lo mismo pasa con el "Yo", virilificado por el mismo lector superficial. Nótese que hasta las imágenes que se refieren al "Tú" son tanto femeninas y como masculinas: un cendal, una cinta, un rumor, un beso, una sombra, una llama, un sonido, un gemido. Lo mismo puede decirse de las imágenes que se refieren al "Yo".(Regresar)

4Los buenos poemas hacen sentido, y si todo en el poema no hace sentido, no "encaja", es que la interpretación que le hemos dado no es la mejor.(Regresar)
5Véase The Numinous Site: the Poetry of Luis Palés Matos, Julio Marzán, (Associated University Presses, 1995.) (Regresar)
6Esto evoca el Budismo Zen. Palés fue un hombre culto y de muy variadas lecturas por lo que puede asumirse que conocía esta filosofía que postula que para encontrar lo que se debe hacer es dejar de buscar.(Regresar)
7Frente a sus hijos intrigados / Surgió entonces / Multicolor / La gran flor japonesa / El nenúfar instantáneo / Y los niños enmudecieron / Maravillados / Después jamás en sus recuerdos / Esa flor no podrá marchitarse / Esa flor súbita / Hecha para ellos / Al instante / Frente a ellos. (Transliteración mía.)(Regresar)
8¡De declamadores, líbranos Señor!
(Regresar)