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Publicado en 1999 por Editorial Verbum, Madrid, 84 págs., dirigida por Pío E. Serrano. Contiene un prólogo de Hugo Gutiérrez Vega. |
Selección de POEMAS DE LA BESTIA
-- Ô serments! ô parfums! ô baisers infinis!
BaudelaireEste librito que legó la suerte,
más que por bien por malaventurado,
ha caído en tus manos, resignado
lector que esperas en su espejo verte.Léelo despacio. Busca conmoverte
repasando el camino más trillado.
Busca sentir de nuevo lo olvidado
que entonces te dio vida y te dio muerte.Hoy que no sientes nada, que caminas
por tu existencia tibia y pasajera
entregado a automáticas rutinas,despierta, aunque al dolor. Lo que te espera
es el recuerdo de tu amor en ruinas.
Déjate devorar por su quimera.
Poderosa alegría la esperanza
cuando uno espera al otro,
quieta en el corazón como diamante
en su estuche de terciopelo rojo,
callada como flor en su capullo
sepultada como centavo nuevo
en el puño de un niño.Todo se abre cuando el otro llega:
el estuche, el capullo, el puño, todo
abre indefensos brazos infinitos.Todo se hace cristal por un instante,
suspendido, expandiéndose,
cayendo en aguacero de colores
sobre el tiempo y las cosas,
la explosión retumbando,
como el inmenso corazón de todo.
--Yo no quiero más luz
que tu cuerpo ante el mío --
Miguel Hernández1.
Abrázame y di que aunque la vida
imponga sus rutinas y los otros
se arrastren por el suelo,
jamás olvidaremos que nosotros
nacimos para el vuelo.2.
Volar sin ti . . .
raso vuelo entre penumbras.
No quiero ser fantasma. Quiero
la alta luz que tú me alumbras.3.
Y sólo tú me alumbras . . .
Tu sonrisa borró las sombras del rostroque a todos presentaba
convencido de que la vida era sombra.
4.
Y sólo tú me alumbras . . .
Tu mirada despierta en mis pupilas
la luz dormida de la infancia
donde todo es grandioso y nada tiene nombre.
5.
Y sólo tú me alumbras con la luz de tu cuerpo.
De ti, por ti, renazco
cada vez que te veo.6.
Siempre que te miro es nuevamente.
Descubro tu belleza.
Me enamoro.
Vuelvo a descubrir la vida
porque existes, y me besas,
y me hablas con ternura.
(Yo que creí que nunca
volvería a sentir lo que ahora siento.)
Ando distinto, mejorado, eufórico.
Voy diciéndole a todos que te amo.
Si no escuchan no importa.
Nada pueden decirme.
Y todo lo que pueda acontecerme
valdrá la pena.
En ti pienso y restrego la toalla
sobre la cual nos entregamos
con amor y sin condón
y allá, recóndita, en la última neurona,
la prudencia vencida, sin habernos
hecho la prueba, contando solamente
con este amor que es más, que es tanto . . .
que aunque no tengo ganas de morir,
para sobrevivirte
me faltaría corazón y llanto.
Desde que tú me besas
comprendo lo que dicen los boleros.
Por eso los reescribo con idénticas letras,
las mismas melodías y los viejos arreglos,
pero son diferentes porque estás dentro de ellos.
Los canto para verte, para que te mires,
para decirte lo que siento exactamente.Si dejas algún día de escucharme
porque escuchas a otro, o a nadie y simplemente
no te interesan ya nuestras canciones,
dímelo, por favor, por si no me doy cuenta.
Aunque jamás te pediré que no me dejes,
te pido que no me dejes
hacer el ridículo.
CAFÉ CON LECHE EN LA BOMBONERA
Miro el café con leche y recuerdo sus piernas,
sus piernas seductoras color café con leche.
Largamente revuelvo la azúcar y recuerdo
sus largas piernas dulces a la vista y al tacto.
Me requedo mirando hacia la puerta,
y espero que no llegue algún amigo
que interrumpa el momento de esta dulce tristeza
color café con leche como sus piernas dulces,
de esta larga tristeza como sus piernas largas.Me canso de estar solo, y a veces no me canso.
Mi soledad es el mundo que su ausencia reclama,
su ausencia prodigiosa color café con leche,
ausencia de sus piernas, ausencia de su espalda
con su melena suelta, ausencia de sus manos,
ausencia de su boca, ausencia de sus nalgas;
y para más ausencias: su cuello, sus axilas,
sus hombros, sus orejas, sus brazos, su mirada,
sus senos y sus ojos, su risa y su sonrisa,
la herida de su sexo que se abre en mi cerebro
cuando me siento el sexo solitario en la cama.Se parece a mi artritis su ausencia, porque a veces
casi desaparece, casi puedo olvidarla.
Pero hay días, ¡Ay días!, que clava sus agujas
precisas en los viejos lugares torturados.
Se parece a la artritis porque nunca se cura.
Trago café con leche para irme acostumbrando.
The shaft, stuck deep,
shifted inside the bleeding hole.
For days he tried to pull it out,
wrench it loose,
return to his unwounded self.The arrow held,
and with his every move its razor-tip
pierced deeper,
further cut into his heart.
¡Sereno Sacerdote!,
tengo piedras en el corazón.
No en los riñones, ni en la vesícula,
sino en el mismo corazón con que antes
era feliz, amaba y sonreía.
Los médicos no saben la causa ni la cura.
Densas piedras plomizas que producen
pesadumbre constante, pena sin fondo,
y no pueden sacarse sin peligro de muerte,
o de quedar el resto de la vida
conectado a una máquina.Por eso vengo a ofrecerme.
Me aseguran que Dios
acude siempre al sacrificio.No podré ver en su mano,
¡Esgrimidor del Cuchillo de Obsidiana!,
mi corazón sangriento y tremulante.
Ni oiré el clamor cuando lo muestre al Pueblo.Sólo le ruego
que antes de lanzarlo por la escalinata
lo abra como una fruta podrida,
extraiga las piedras
y devuélvaselas a Dios,
de parte mía,
con el mayor respeto.
La busco entre las mujeres
y a veces encuentro pedacitos:
caída de melena,
mirada de ojos oscurísimos,
matiz de piel,
curva de labios,
cadencia de caderas,
su nombre pronunciado,
el traje fresco de pequeñas flores,
y otras cosas que ahora, por suerte, no recuerdo.Pero ella completa, ella misma, no aparece.
No he vuelto a oír su voz,
ni a sentir su perfume,
y ya no tengo fotos, ni cartas, ni objetos.
Pero cada día pienso en ella.Sí, miro a las mujeres,
como el que busca en la lista de la lotería,
por no perder la ínfima esperanza,
por no entregarme a la peor pobreza.
Terrible fue el derrumbe.
Caen de las nubes piedras que lo sepultan vivo.
Lo descubren los perros de los rescatadores.
Lo rescatan. Se fijan que aún respira y camina.
Preguntan qué le duele, si tiene alguna herida.
Él les miente: Que nada. Que está bien. Que hasta luego.Se va con sus intensas soledad y tristeza.
Vaga por sus inmensas soledad y tristeza.
Y llega hasta sus densas soledad y tristeza.
Entra. Cierra la puerta.Al contemplar ocasos asilado en su torre,
lo tienta el precipicio, el mar sin horizonte,
las pastillas, las sogas, y las detonaciones.Terrible fue el derrumbe.
Dentro de mi desgracia debo darte las gracias
por la lección magistral.Aprendí que a pesar
de todo mi amor,
de toda mi sabiduría,
de todos mis poemas,
de todo lo que gozamos,
de todo lo que reímos,
de todo lo que lloramos,
de todas las promesas,
de todos los planes,
de todos mis obsequios,
de todo mi ingenio,
de todas mis esperanzas,
nada fue lo bastante para que te quedaras,
para que me quisieras lo suficiente.Gracias por la lección de humildad.
Hubiese preferido la ignorancia.
A mi lado la silla está vacía,
vacío el corazón de ausencia lleno:
su ausencia palpitante, mi veneno,
veneno de mi noche y de mi día.Cuánta felicidad, cuánta alegría
en la esperanza caben. Cuán sereno
paseaba por la vida. Cuán ajeno
este vacío entonces parecía.Fiel amiga de duros entendidos,
mi soledad bromista, al conocerla,
todo su espacio le cedió. Al perderlalos vívidos recuerdos revividos
no me dejan vivir. Y vivo a ultranza,
sin amor, sin humor, sin esperanza.
Tu recuerdo me vive a su albedrío.
Hoy levanta ante mí mi propia imagen
feliz cuando contigo:
es un fantasma ilusionado, alegre,
que me sale del cuerpo
y abraza tu recuerdo, y enlazados
bailan en el espacio de la vida,
en ese espacio hueco donde habito
desde que por razones racionales
llevé a cabo los actos rigurosos
de cortar y arrancar
y echar a andar sin voltear el rostro,
para dejar atrás lo inconveniente.Pero mi corazón, torpe animal,
sin comprender por qué se lo llevaban
como si nada grave aconteciese,
se volteó en su jaula de costillas
para ver a su amor permanecer
de pie, tras un portón,
en una calle ingrata, para siempre.Piedra de sal no me volví, del todo.
Pero mi bruto corazón
piedra de sal se hizo en ese instante.Por eso es que a pesar de tantos años,
boto sal por los ojos
pruebo sal en la boca
trago sal,
cuando en atardeceres soleados,
o mañanas lluviosas, o noches estrelladas,
en el espacio hueco que es mi vida
baila un fantasma alegre, ilusionado,
con tu recuerdo vivo.Y yo los miro.
Los sufro con paciencia.
Los perdono.
No es entender. Entiendo. Es aceptar.
Acepto, pues, la juventud que pasa
frente a mí desplegando su belleza,
y el abismo insondable que separa
su voluptuosidad de mi deseo.
Acepto el cuerpo donde siempre habito
cada vez más extraño y menos mío.
Acepto a mis amigos y enemigos
porque en unos y en otros me reencuentro.
Acepto mis poemas, mi poética,
y todo lo que he hecho y lo que no he hecho.
Acepto mis manías, mis costumbres.
Acepto a mis parientes y a mis muertos.
En fin, lo acepto todo,
hasta el engaño de alargar la vida
viviendo cada hora de este día.
En los espacios de silencio ingratos,
al endulzar café con sacarina,
contemplar el semáforo en la esquina,
la fealdad de los cómodos zapatos,rememora aquel tiempo afortunado
cuando jamás compraba lotería,
y en el atardecer no percibía
la noche larga tras el breve ocaso.Recuerda cuando no era la tristeza
tan peligrosa, ni tan parco el día,
ni tan medido el plato de su mesa,
ni tan alambicada su alegría.Recuerda a las mujeres que lo amaron.
Ellas fueron su única fortuna.
Todas, al cabo, se volvieron una:
la que sus sueños brutos devoraron.
(PRÓLOGO
DE POEMAS DE LA BESTIA)
LA LÍRICA DE LA LIBERACIÓN
por Hugo Gutiérrez Vega *
Los poemas de la bestia tienen la seriedad y la melancolía del humorismo y la
ligereza del melodrama contenido en esos boleros que nos han dado la melodía y
las letras para expresar el amor, el desamor, los encuentros, los desencuentros,
los olvidos, las nostalgias, las desesperaciones y el callado dolor de los
viejos fracasos.
Hjalmar Flax mantuvo a lo largo de varios libros un tono de ironía profunda y
una tensión espiritual, productos tanto de la experiencia como de la sabiduría
retórica que es indispensable para conocer a fondo la naturaleza del poema. Su
voz inconfundible se aventuró por todos los caminos y dio un testimonio
ingenioso de las diversas y, a veces, contradictorias aventuras espirituales.
Los poemas de la bestia marcan un cambio en su voz, su temática y sus
procedimientos formales. Sin temores ni reticencias, el poeta se adentra en los
misterios casi insondables de un itinerario amoroso, acepta los peligros del
melodrama y oscila en el filo de la navaja para salir airoso de la prueba y
entregarnos las luces y las sombras que forman el rostro de una relación erótica.
El nacimiento, los primeros pasos, el momento de mayor plenitud, los titubeos,
la decadencia y la caída . . . todas las etapas del encuentro amoroso con sus
goces y angustias, forman el alma y la sangre de un libro de poemas en el cual
la carnalidad y la exaltación, la plenitud de los sentidos en el momento de la
posesión y la tristeza y el desaliento causados por la pérdida irremediable,
son, a la vez, tema y forma, texto y subtexto.
Para escribir un libro como "Poemas de La Bestia" es imprescindible partir de
una especie de aceptación del todo y de sus partes. Así nos dice Hjalmar Flax:
"En fin, lo acepto todo,
hasta el engaño de alargar la vida
viviendo cada hora de este día."
Pasada la tormenta de los sentidos, con una aparente calma, Hjalmar hace el
recuento de los daños y las pérdidas de una manera propia de la poesía, al unir
the philosophic mind de la que hablaba Wordsworth con la pericia formal capaz de
conciliar el tono de Rodrigo de Cota con la melodía del bolero romántico, ese
exceso sentimental que los compositores cubanos llamaron feeling.
Este libro anda por los caminos del tiempo y del amor ido, pero nunca olvidado.
Celebra la belleza, la elasticidad milagrosa del cuerpo joven, la exaltación y
el deslumbramiento ante la desnudez de la piel y el alma. Al final nada se
pierde por completo mientras sigamos en la vida. Todo se incorpora al mundo de
nuestros sueños y ahí sigue latiendo, viviendo a su invisible manera:
"Todas, al cabo, se volvieron una:
la que sus sueños brutos devoraron."
Sorprende que un poeta tan mesurado, tan exacto en su ironía, y tan complicadamente sencillo, nos entregue ahora este libro lleno de exaltaciones y de excesos del cuerpo y del alma. Al leerlo nos acercamos a una tumultuosa sinceridad y a unas formas poéticas que corren todos los riesgos y salen limpias y enriquecidas de la aventura, gracias al carácter liberador del verdadero lirismo.
San Juan Bautista de Borinquen
Verano de 1997
Hugo Gutiérrez Vega
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* Hugo Gutiérrez Vega nació en Guadalajara, Jalisco en 1934. Es casado y de profesión Abogado, Maestro en Letras.
Fue miembro de carrera del Servicio Exterior Mexicano del 1963 al 1998 donde ocupó diversos puestos como Agregado Cultural, Consejero Cultural y Ministro de Asuntos Culturales en diversas Embajadas de México en Italia, Gran Bretaña, España, Washington y Brasil. Fue Embajador en Grecia, concurrente en Líbano, Chipre, Rumania y Moldova. Realizó trabajos especiales para la UNESCO en Irán y la Unión Soviética. Fue Cónsul General de México en San Juan, Puerto Rico.
Fue Maestro de la Universidad Autónoma de Querétaro (en la Escuela Preparatoria y la Escuela de Derecho); Rector de la Universidad Autónoma de Querétaro (Fundador de las Escuelas de Idiomas y Psicología); Maestro de tiempo completo de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM y de Filosofía y Letras (UNAM); Director de "La Casa del Lago" de la UNAM; Director General de Difusión Cultural de la UNAM. Director de la revista de la Universidad (UNAM);
Maestro visitante y conferencista en universidades de Italia, Inglaterra, Rumania, Estados Unidos de América, España, Portugal, Grecia, Brasil, Argentina y Noruega. Es Doctor Honoris Causa de la Universidad Autónoma de Querétaro. La Universidad de Guadalajara en 2009 estableció la Cátedra de Periodismo Cultural, Hugo Gutiérrez Vega.
Habla Inglés, Italiano, Portugués, Francés, Griego y Rumano.
Ha recibido las siguientes condecoraciones y homenajes: Comendador de la Orden al Mérito de la República Italiana. (1966). Medalla "Alfonso X" de la Universidad de Salamanca. (1981). Comendador de la Orden "Isabel la Católica", España. (1983). Gran Oficial de la Orden del Delfín Grecia. (1988). Orden del Delfín Grecia (Gran Cruz 1994). Premio Nacional de Poesía (México 1975). Premio de Letras (Edo. de Jalisco 1994). Homenaje Nacional del I.N.B.A. (1994). Premio Nacional de Periodismo en Difusión Cultural 1999. Premio Iberoamericano de Poesía Ramón López Velarde 2001. Premio Nacional de Poesía Xavier Villaurrutia 2002. Medalla de Oro del Instituto Nacional de Bellas Artes 2004. Homenaje en el 4º. Encuentro de Poetas del Mundo Latino, Morelia 2004. Homenaje del Instituto Nacional de Bellas Artes por sus 75 años. Homenaje del Estado de Querétaro 2009. Premio Poetas del Mundo Latino 2009. Homenaje del Estado de Jalisco 2009.
Es fundador y primer Director de los Cómicos de la Lengua de la Universidad Autónoma de Querétaro y del "Grupo de Teatro Latinoamericano" de Roma. Fue actor de las compañías de teatro de la UNAM.
Ha publicado los siguientes libros de Poesía: 1) Buscado Amor (Losada, Buenos Aires, Prólogo de Rafael Alberti) 1963. 2) Desde Inglaterra (Universidad de Guadalajara 1966). 3) Resistencia de Particulares (Editorial Era 1967). 4 Cuando el Placer Termine (Premio Nacional de Poesía publicado por Joaquín Mortíz 1976). 5) Cantos de Placencia (Editorial "HYPERION" 1976). 6) Poemas para el Perro de la Carnicería (UNAM 1978). 7) Antología (Colección Material de Lectura UNAM 1978). 8) Tarot de Valverde de la Vera (EUAF, España, y Prometeo 1981). 9) Antología (En Italiano, Roma-México, Ed. Bilingüe 1977). 10) Meridiano 8-0 (Cultural Hispánica, Madrid 1982). 11) Cantos de Tomelloso (Universidad Autónoma de Querétaro y Universidad y Universidad del Edo. de México 1983). 12) Georgetown Blues (Gobierno del Estado de Querétaro 1984). 13) Las Peregrinaciones del Deseo Poesía reunida 1985-1986 (Fondo de Cultura Económica) 14) Andar en Brasil (Universidad Autónoma de Querétaro 1987). 15) Los Soles Griegos (Universidad Autónoma de Querétaro 1990). 16) El Nombre Oculto de Grecia (Edición Bilingüe español-griego. Editorial (Nuevos Frutos" Atenas 1991). 17) Poemas (En griego, Instituto Cervantes", Atenas 1991). 18) Cantos del Despotado de Morea (Editorial "VERBUM", Madrid, 1993). 19) Nuevas Peregrinaciones (Guadalajara, Jal., México, 1994). 20) 11 Poetas Griegos (Tucán de Virginia, México 1995). 21) Una estación en Amorgos (Guadalajara, Jal., México, 1996). 22) Los pasos revividos ("El Tucán de Virginia", México 1997). 23) Antología en Griego ("Ogospi", Atenas, 1997). 24) Antología personal (Fondo de Cultura Económica, 1998). 25) Los pasos del nómada (Antología Bilingüe Francés-Español) Quebec 1999. Traducción Emile Martel. 26) Peregrinajes (Antología 1995) Universidad de Puerto Rico. 27) Peregrinaciones (Poesía reunida 1965-1999) Difusión Cultural Unam 99. 28) Poesía sobre poetas. Papeles de San Agustín, Oaxaca 2001, México. 29) Una estación en Amorgós. (Griego moderno) Gobostis, Atenas 2002, México. 30) Peregrinaciones (Poesía reunida 1965-2001) Fondo de Cultura Económica, Colección Letras Mexicanas. 31) Antología con dudas. Visor Madrid 2008. 32) Antología en Rumano Gânduri peregrine. (antología en Rumano, Bucarest, 2009). 33) Las águilas serenas. (Ensayo sobre escritores mexicanos), Instituto de Cultura del Estado México 2009. 34) Polvo nuevo de la palabra antigua (Colección clásicos Jaliscienses) Secretaría de Cultura, Guadalajara, Jalisco, 2009. 35) Peregrinazioni (Antología poética en italiano) Foggia, 2010. Traducción: Emilio Coco.
Su poesía ha sido traducida al inglés, francés, italiano, ruso, rumano, portugués,griego y turco.
Ha publicado los siguientes libros en Prosa: 1) Los Medios de Comunicación Social (UNAM 1973). 2) Información y Sociedad (Fondo de Cultura Económica 1975). 3) El Teatro en México (Ediciones "Alfonso X", Salamanca 1978). 4) Luis Buñuel, (Ediciones "Alfonso X" Salamanca 1978). 5) José Carlos Becerra (Material de Lectura, UNAM 1975). 6) Ramón López Velarde ("Material de Lectura" UNAM 1976). 7) Poesía Italiana Moderna ("Material de Lectura" UNAM 1974). 8) El Erotismo y la Muerte, Ensayos reunidos (Ed. Océano 1988). 9) Lecturas, navegaciones y naufragios (Editorial Minimalia) México 1999. 10) Algunos ensayos (LEISSSTE México 2000). 11) Bazar de asombros I (Aldus 2000), México. 12) Bazar de asombros II (Aldus 2002), México. 13) Esbozos y miradas del Bazar de Asombros (Conaculta 2006) México.
Ha publicado ensayos y poemas en revistas de México (Siempre, Vuelta, Nexos, Revista de la UNAM), España (Cuadernos Hispanoamericanos...). Así como en Argentina, Colombia, Venezuela, Italia, Brasil, Portugal, Unión Soviética, Rumania, Inglaterra, Estado Unidos, Francia, Egipto y Suiza. Asimismo, en octubre de 1994 el Instituto Nacional de Bellas Artes le organizó un homenaje en el Teatro del Palacio de Bellas Artes de México con motivo del Aniversario 30 de la aparición de su primer libro.
Actualmente es Director de "La
Jornada Semanal" y miembro del Seminario de Cultura Mexicana, miembro
Correspondiente de la Academia Puertorriqueña de la Lengua Española.
PRESENTACIÓN DE
POEMAS DE LA BESTIA
por Doris Raquel Schnabel *
En su última entrega, Hjalmar Flax nos ofrece un volumen unitario en el que la Bestia, voz poética del conjunto, medita, abrumado por el recuerdo, sobre su trayectoria por los "calvarios del amor"; esos calvarios que mencionaba Emily Dickinson en su colección titulada sencillamente Love. Aparentemente, y es necesario subrayar el adverbio, este libro de amor de Hjalmar marca un cambio estético-temático en su quehacer poético. El poeta parece alejarse de esa "ironía profunda y tensión espiritual" que señala Hugo Gutiérrez Vega; de ese delicioso regodeo en los juegos de palabras que tan acertadamente distingue Julio Marzán.
Pero el cambio no es tal. El tema amoroso ha estado presente ya desde el primer libro de nuestro poeta, 144 poemas en 2 libros, colección publicada con Arturo Trías.[1] De hecho, todos sus poemarios, menos la sección Nuevos poemas de la antología Razones de envergadura (1995), incluyen una sección de textos centrados en el amor y sus desaciertos.
Lo insólito de este volumen, Poemas de la Bestia, si lo ubicamos en el contexto de la obra de Hjalmar Flax, es que las cincuenta poesías pueden leerse como un "canzoniere" amoroso. Ultilizo el vocablo italiano con toda intención ya que estamos aquí junto a una unidad secuencial de poemas amorosos, escritos por un sólo autor. Recordemos que el cancionero, como tal, es un término descriptivo que refiere a una antología poética de diversos temas escrita por diversos poetas. Sin embargo, en el "canzoniere" el poeta, siguiendo el paradigma petrarquista, recuenta la historia de su proceso vital, centrada en una relación amorosa y recompuesta como una autobiografía ficcional.
El texto que celebramos hoy pertenece a una larga tradición, ya que el "canzoniere" amoroso ha sido uno de los subgéneros más populares e importantes de la lírica en español desde el Siglo XVI. Un sinfín de poetas han escrito colecciones de poemas amorosos que se pueden leer, total o parcialmente, como un "canzoniere". Basta recordar en los siglos aúreos a Garcilaso, Figueroa, Aldana, Herrera, y Lope; y a Bécquer, Juan Ramón Jiménez, Antonio Machado, Neruda, y Gonzalo Rojas en el Siglo XX.
Así pues, vuelve Flax a un tema anterior, pero ahora su escueta e irónica expresividad poética se vuelca hacia una exaltación, a veces humorosa, a veces desesperada, que convierte al recuerdo, a la memoria íntima del amor y el placer perdidos, en centro de la escritura.
El poeta otorga la palabra poética a la Bestia, quien canta, con el corazón ceniciento, la búsqueda de una totalidad existencial a través del amor. Esta percepción de totalidad -que marca toda poesía amorosa- presupone una relación dialógica con la persona amada, ya que el yo-amante sólo se realiza a través de la tú-amada. En un esfuerzo lírico por crear sentido, la voz poética revisa las etapas del proceso amoroso, mediatizadas por el infatigable paso del tiempo, y ajusta su visión vital a ese itinerario de posesión y pérdida.
Hjalmar divide su libro en tres partes enmarcadas por un soneto prologal, Invitación, y un epílogo. Esta organización tripartita gira en torno a las tres etapas de la relación amorosa: nacimiento, plenitud y pérdida. En este "canzoniere" los protagonistas son la Bella y la Bestia, figuras míticas que remontan a un cuento de hadas del Siglo XVIII, escrito por Gabrielle de Villeneuve. La Bestia percibe su entrega vital como una sucesión de momentos fugaces, repetibles, detrás de los cuales asoman siempre los rostros del desamor y la soledad.
El soneto prologal, dirigido al lector, así lo confirma. En esta maravillosa invitación Hjalmar nos ofrece su libro no como un "exemplum", sino como un reflejo. En efecto, se afirma en él la relación especular que existe entre el texto literario y el lector. El poeta nos incita a compartir esa búsqueda que nos lleva, una vez más, a sentir la angustia antitética que conlleva toda relación afectiva. Los dos tercetos remiten a un presente sin sentido y rutinario. Sólo el dolor puede acabar con el letargo de la nada. Y el poeta carnaliza y bestializa su exhortación al decirnos en el último verso: Déjate devorar por su quimera. El soneto nos prepara para el encuentro con esa quimera que es el amor: ese animal incomprensible y mítico, esa alucinación que sabemos nos libera y nos devora, pero a la que nos entregamos con aprensión e intensidad.
Valor premonitorio revela el hecho de haber colocado como texto primero de la primera parte el poema Fuegos artificiales. El adjetivo en el título exige cautela -ya que el fuego amoroso que permite la explosión de la totalidad y la apertura hacia la vida, es fuego pero efímero; es un artificio más. En esta sección la voz poética canta el retorno del sentimiento amoroso, el regreso a una emoción no inédita, sino ya sentida, que esta vez se repite para otorgar, aunque sólo por un instante, una renovación existencial. Mas, sin embargo, esta exaltación del re-encuentro erótico-sensorial con el otro está matizada por un recelo constante, por una irónica realización de que este juego a dos -esta soledad que es nosotros- es un juego a perder. Desde sus comienzos el amor lleva en sí las semillas de su destrucción.
En la mayor parte de los poemas de esta sección primera el tiempo es el presente; el espacio es idílico. Pero la Bestia, al reconocer que su canto de luz pronto estará ensombrecido por la ausencia inevitable, comprende ahora el melodrama sentimental del bolero. De hecho, estos primeros poemas en ocasiones nos remiten a la tesitura de esos boleros que son, en realidad, poesía hecha canción. "Sin ti" quiere decir "sin mí" y, al confirmarse la ausencia, la Bestia sale de su nido de amor y se refugia en un café para saborear el recuerdo de aquel "café con leche" que era su amada.
En la segunda etapa del proceso, el yo poético cobra plena conciencia del desamor y se percata de que, una vez más, ha descendido como Ícaro, e irremediablemente se consume en un espacio vacío, en un tiempo que oscila entre el presente sombrío y la memoria de un pasado feliz. En el poema La Bestia en el Templo, ésta se desnuda para ofrecer irónicamente su cuerpo y alma, enfermos de amor, como sacrificio. El derrumbe, la caída, el vacío, el vivir sin vivir, todo esto es el resultado del desamor; y en el "memento mori" de esas ruinas, el yo poético, sólo logra aliviar su soledad y tristeza mediante la escritura. Para borrar su ausencia escribo de ella dice la Bestia; es decir, la poesía como catársis, la palabra como instrumento para convertir el recuerdo en olvido.
En esta segunda parte el tono exhaltado se torna elegiaco. El poeta ajusta, en varias ocasiones, la disposición gráfica del poema en cuestión. (En la primera parte ya lo había hecho en el poema titulado Apartamiento.) Así, en Cadencia peligrosa el arreglo gráfico ilustra el decenso en espiral de Ícaro al vacío; en Desastrado hay una fragmentación silábica al final; en Merry Xmas el verso se quiebra para formar la silueta de un árbol navideño, con estrella y todo. Y como siempre, Hjalmar nos deleita con el juego de palabras y nos asombra con el rigor de su dominio métrico y con su ritmo, como veréis a continuación.
Las oposiciones "presencia/ausencia", "pasado-feliz/presente-angustiado", "amor/desamor" han transformado a la Bestia amante. Así, en la tercera sección, el sujeto poético, dislocado emocionalmente, re-emplaza al tú-amada, al otro externo, y comienza un diálogo con sí mismo. Al no poder resolver las contradicciones, el "locus" de la acción, de la narrativa amorosa, se internaliza y el yo-amante se convierte en centro del espacio textual: sujeto y objeto del discurso poético.
La mirada se desplaza hacia otros espacios: la niñez equilibrada y feliz, el mar, la ciudad, el parque y la plaza. Una reflexión madura y reposada conduce al sujeto a una aceptación de todo lo sucedido. Y viéndose ya en esta dimensión meditativa, se da cuenta de que todo fue simplemente una ilusión más. Esta certeza endulza el amargo recuerdo y, resignado, con calma, recordando sus amores, afirma tristemente: Todas, al cabo, se volvieron una: / la que sus sueños brutos devoraron.
Para concluir, y antes de ceder la última palabra al poeta, quisiera decir que en este libro, sin renunciar a su acostumbrada brillantez expresiva, Hjalmar Flax matiza su lúcida ironía para entregarnos un tierno y largo lamento amoroso. Con su verso nervoso y musical, Flax comparte con nosotros su quimera, su "Liebestraum". Y al leerlo nos percatamos de que su sueño de amor, su canto de bestia enamorada, es también la historia de nuestros amores.
Gracias, Hjalmar, y que escribas muchos más.
Doris Raquel Schnabel
16 de septiembre de 1999
Museo de Arte Contemporáneo
Santurce, Puerto Rico
________________
* Doris Raquel Schnabel nació en San Juan, Puerto Rico. Obtuvo en la Universidad de Puerto Rico, recinto de Río Piedras un BA en Literatura Inglesa. Prosiguió estudios avanzados en los Estados Unidos donde obtuvo una Maestría en Literatura Comparada en la Universidad de Berkeley, California, y un Doctorado en Filología y Literaturas Hispánicas en el Graduate Center de la City University of New York. Se ha desempeñado como profesora de literatura en distintas universidades: Universidad de Puerto Rico, Hunter College, Fordham University, y en la Escuela de Artes Plásticas de Puerto Rico, donde además fue Decana de Asuntos Administrativos. Ha publicado: Vallejo en Rosales: el sujeto en el acto de la palabra, en colaboración con Francisco Ávila, Cuadernos Hispanoamericanos, 1988; El pastor poeta: Fernando de Herrera y la tradición lírica pastoril en el Ier siglo aúreo, Ed. Reichenberger, 1996; La égloga: un diálogo con los clásicos, en Silva Studia Philologica in Honorem Isaías Lerner, Ed. Castalia, 2001; y Mujer de Piedra y Agua, Colección Torremozas, Madrid, 2002.
[1]La colección consiste de dos libros: 44 poemas de Hjalmar Flax y 100 poemas de Arturo Trías, que juntos forman un volumen titulado 144 poemas en 2 libros.